La instalación de unas cámaras de vigilancia en los baños del colegio privado Liceo Montería, de la capital cordobesa, desató una verdadera polémica en esta sección del país, pues estarían violando la privacidad de la comunidad estudiantil.
La denuncia la hizo el concejal Alexánder Madrid, quien instauró una acción judicial para que quitaran las cámaras de ese lugar, la cual fue fallada a su favor. Sin embargo, esa tutela hizo que el colegio lo declarara persona no grata.
"Aunque con las cámaras se quería vigilar conductas no apropiadas de los alumnos, se pudo haber transgredido el derecho a la intimidad”, puntualiza Madrid, quien en pleno debate del Concejo mostró fotos y videos, asegurando que si ese material cae en manos de particulares, podrían ser mal utilizados y afectar a los jóvenes.
Ante esa denuncia, el secretario de Educación de Montería, Ricardo Madera, aseguró que el caso será evaluado por una comisión especial de la cartera que preside y que para ello comisionaron a un equipo interdisciplinario de inspección y vigilancia para que realice la investigación pertinente.
Acatan fallo
La rectora del colegio Liceo Montería, Laura Rey, indicó que las cámaras no están en ese lugar desde junio, pues una madre de familia había interpuesto una acción de tutela, argumentando la violación al derecho a la intimidad de su hija.
Sostuvo que en ese momento acataron el fallo de un juez, que les dio tres días para desmontar las cámaras del baño, pero advirtió que adelantaron un proceso judicial para impugnar el fallo, con el argumento que el interés particular no puede primar sobre el colectivo.
Aseguró que en ningún momento se pretendió vulnerar la privacidad de los alumnos y que están dispuestos a dar las explicaciones pertinentes a las autoridades competentes.
Rey explicó que las cámaras estaban en el lugar desde hace seis años, pero su ubicación exacta era en la parte de los lavamanos, que son seis en fila, y en la puerta de acceso de niñas y niños, con el único fin de cuidarlos ante cualquier suceso de indisciplina en el baño y para garantizar que regresaran a los salones de clases. "Obviamente esas cámaras no grababan la parte privada del baño”, explicó la rectora.
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