Procuraduría investiga a Cardique y a la CSB

Ambas autoridades ambientales están en la mira del Ministerio Público por presuntas omisiones en el manejo del riesgo y en la ejecución de obras en sus jurisdicciones, así como de las actividades de análisis, seguimiento, prevención y control de desastres durante la emergencia invernal de 2010 y 2011.
Un boletín informativo del organismo de control señala que “el procurador Alejandro Ordoñez designó como funcionario especial, en primera instancia, al procurador delegado para Asuntos Ambientales y Agrarios, Óscar Darío Amaya Navas, para que adelante por separado las investigaciones disciplinarias a que hubiere lugar o las asuma si ya se hubieren iniciado, contra los directores de ambas entidades”.
La medida cobija también a otras autoridades ambientales del país como la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), la Corporación Autónoma Regional de Boyacá (Corpoboyacá), la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS), la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB) y la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima).
Denuncias delicadas
El gobernador de Bolívar y presidente del Consejo Directivo de Cardique y de la CSB, Alberto Bernal Jiménez, expresa con respecto a la investigación que se le sigue a las corporaciones ambientales del país, que hay denuncias delicadas sobre algunas de esa entidades que malgastaron recursos públicos.
“Presuntamente utilizaron recursos de educación ambiental para financiar eventos de integración”, manifiesta Bernal Jiménez.
Dice que la Procuraduría debe brindar todas las garantías para que se dé un debido proceso, para que las Corporaciones AR tengan derecho a una defensa legítima, y que si en la investigación se encuentran irregularidades, se sancione a los funcionarios que hicieron los malos manejos.
Chivos expiatorios
El Gobernador dice, con respecto al manejo del control de desastres durante la emergencia invernal de 2010 y 2011, que se están buscando chivos expiatorios.
“Algunas personas endilgan culpas sin razones de peso y estas investigaciones que adelanta la Procuraduría son el mejor escenario para que se aclaren las actuaciones de la corporaciones ambientales”, puntualiza Bernal.