Santos entrega a campesinos cordobeses tierras que fueron de los Castaño

“Donde mandaban los asesinos, vuelven los campesinos”. Esa fue la frase que dijo el presidente Juan Manuel Santos a las 60 familias a las que les devolvieron los predios de la hacienda Santa Paula, vereda Leticia, Montería, de la que habían sido despojados por los hermanos Castaño Gil.
Aún temerosos los campesinos recibieron de manos del Presidente los títulos que los acreditan como nuevos propietarios de las 270 hectáreas que el Tribunal Superior de Antioquia ordenó devolver luego de 20 años de haber sido obligados a abandonarlas por parte de los directivos de la Fundación para la Paz de Córdoba, Funpazcor.
“Se les abre la puerta a la recuperación de sus derechos”, reiteró Santos aduciendo que también entregarán 900 millones en subsidios para vivienda y 1.870 millones para proyectos productivos.
Aprovechó su visita a Córdoba, otrora fortín político del expresidente Álvaro Uribe, para lanzar críticas, sin mencionar su nombre. “El grueso del país quiere un mejor futuro. Ojalá oigan los extremistas, pues no queremos prolongar el dolor y la violencia”.

Objetivos de alto valor
En zona rural de Montería, junto al Ministro de Defensa y a los altos mandos militares y policiales el presidente Santos dijo que a las personas que estén amenazando a los líderes de desplazados o de restitución de tierras los van a considerar objetivo de alto valor.
Se refirió a ello tras solicitar un minuto de silencio por la muerte del presidente del comité de desplazados del municipio de Valencia, Ever Cordero, quien fue asesinado ayer por sicarios motorizados cuando este se desplazaba a marchar por la paz de Colombia.
“Vamos a ofrecer recompensas altas para que nos den información sobre las personas que están amenazando a los líderes de restitución”, reiteró el mandatario.
Reiteró que no lo van a detener pero que para ello se requiere el esfuerzo decidido de la comunidad.
“Mientras yo sea presidente de la República los voy a perseguir sin tregua”, puntualizó.
Santos, luego de entregar los títulos a las familias de Santa Paula, en antiguos predios de los hermanos Castaño, se trasladó en helicóptero al municipio de Valencia donde lideró un consejo de seguridad en el que ofreció una recompensa de 10 millones de pesos para quien le entregue información que conduzca a la captura de los autores del crimen de Ever Cordero.