Regional


Se están multiplicando las ‘zonas vedadas’ en Colombia

EL UNIVERSAL

17 de enero de 2011 12:01 AM

La Fiscalía halló evidencia de la creación del C.A.S., un nuevo grupo criminal nacido de la alianza entre las bandas de ‘Los Rastrojos’ y ‘Los Paisas’.Distintas organizaciones explican cuáles son las zonas de la geografía nacional a donde más les cuesta llegar por alteraciones del orden público.


Bogotá, Colprensa
El asesinato de dos estudiantes de la Universidad de los Andes en zona rural de San Bernardo del Viento, Córdoba, el pasado 10 de enero, es una evidencia más de la preocupante situación de orden público que se vive en ese departamento desde hace años.
Por la presencia de bandas criminales como ‘Los Urabeños’, ‘Los Rastrojos’ y ‘Los Paisas’ y de los frentes 5 y 28 de las Farc, en el 2010 se presentaron 585 homicidios, según indicó la gobernadora del departamento Marta Sáenz Correa.
“Perdimos el año en materia de orden público, puesto que cerramos el año 2010 con 43 homicidios más que los presentados durante el 2009 y este año se está registrando un promedio de dos homicidios diarios”, sostuvo la gobernadora.
Para añadirle otro ingrediente a la compleja situación, la Fiscalía descubrió a finales del año pasado evidencia de que en Córdoba existe una alianza entre ‘Los Paisas’ y ‘los Rastrojos’ que tiene nombre propio: Comandos Al Sur o C.A.S., que puede convertirse en el nuevo proyecto nacido de las raíces del paramilitarismo.
La Fiscalía conoció del C.A.S el pasado 25 de noviembre, cuando en una diligencia de allanamiento encontraron un documento en el que quedó consignada la creación de este grupo criminal y que, incluso, especifica cosas como la designación de jefes, funciones, políticas y estrategias de operación, entre otras.
“En el documento se establece la forma como van a operar las personas que están encargadas de hacer relaciones con diferentes instituciones, cómo debe ser el trato de la población civil y el manejo de las armas”, explicó la jefe de la unidad especializada contra bandas criminales de la Fiscalía, Myriam Medrano.
El documento está siendo analizado por la Policía Judicial y se podría convertir en una evidencia excepcional de la forma como piensan las bandas criminales a la hora de crear estrategias para expandirse. En este caso se trata de las labores de los hermanos Enrique y Javier Antonio Calle Serna, máximos cabecillas de ‘Los Rastrojos’ y ‘Los Paisas’, y de Maximiliano Bonilla Orozco, alias ‘Valenciano’.
A la par de esas pesquisas, esta semana fue necesario desplegar en Córdoba un cuerpo interinstitucional de Policía, Fiscalía y CTI para investigar el asesinato de los dos estudiantes. Según se dijo, ya tienen identificados a los autores materiales del hecho, en tanto que se ofreció una recompensa de 500 millones de pesos por información que permita la captura de Roberto Vargas, alias “Gavilán”, cabecilla de Los Urabeños en ese departamento y quien sería el responsable superior del doble crimen.

Las zonas críticas
Córdoba no es la única zona en la que los grupos ilegales tienen en jaque a la población civil o a cualquier organización que deba hacer trabajo de campo en distintos puntos de la geografía nacional.
“Al Nudo de Paramillo, al Bajo Cauca antioqueño, a Córdoba, a sectores del Vichada y del Meta, a sectores de Nariño, a toda la Costa Pacífica, y a sectores del Magdalena, es imposible entrar”, dice el investigador del conflicto armado de la Corporación Nuevo Arco Iris, Ariel Ávila.
Las razones que aduce son claras: “Son muchas bandas criminales en guerra entre ellas, hay guerrillas, corrupción, de todo”.
En las áreas mencionadas operan múltiples actores armados: los ya mencionados ‘Urabeños’, ‘Rastrojos’ y ‘Paisas’; los frentes más violentos de la guerrilla de las Farc, como los 18 y 36 en el norte del país, los frentes 16, 4 y 7, al oriente, y los frentes 29, 49 y 6 en Nariño y el resto de la Costa Pacífica, y la banda criminal conocida como el Ejército Revolucionario Popular, Erpac. A ese coctel violento hay que sumarle facciones del Eln y grupos emergentes del narcotráfico.
Olga Lucía Gómez, directora de la Fundación País Libre, encargada de trabajar en la prevención y lucha contra el secuestro, la extorsión y la desaparición forzada, resalta que, para ellos, en zonas como Guaviare “es muy compleja la situación de orden público, así como en Putumayo y Arauca. Nosotros trabajamos en departamentos críticos”.
En Putumayo hace presencia el Frente 48 de las Farc y en Arauca los frentes 10 y 45 de esa guerrilla y el Eln.
Las áreas señaladas por los dos investigadores tienen en común ser sitios en donde se ha concentrado la producción de cocaína, de acuerdo con el más reciente informe de la Corporación Arco Iris, pues en el norte hay un corredor entre el Urabá antioqueño y chocoano, “que pasa por el sur de Córdoba, el bajo Cauca, el sur de Bolívar y llega hasta el Norte de Santander”, cerca de la frontera.
También tienen en común ser las áreas en donde el comandante de las Fuerzas Militares, almirante Edgar Cely, quiere mayor eficacia en este 2011. Sumadas a áreas rurales de Cauca y Valle del Cauca.
En el sur, aparte de Putumayo, está con un grave panorama de orden público Caquetá, departamento con presencia de las Farc hace más de 40 años, así como los recovecos del Macizo Colombiano.
Estas zonas consideradas como críticas tienen estrategias establecidas por la Fuerza Pública. “Hay unas especiales para áreas específicas, que tienen que ver con el fortalecimiento de la inteligencia, de la investigación criminal y de la coordinación”, explicó el director de seguridad ciudadana de la Policía Nacional, general José Roberto León Riaño.

‘En alerta máxima’
El Huila cierra la lista de las zonas del país con mayores muestras de deterioro del orden público. En la segunda semana de enero, Neiva se estremeció con tres atentados con artefactos explosivos atribuidos a las Farc, como parte de una supuesta estrategia de recuperar recursos por pago de extorsiones, que los comerciantes de la región optaron por dejar de pagar.
La zona, según el general León Riaño, ya está asegurada, pero la Policía sigue en “alerta máxima”. “Se activó el Centro Interinstitucional de la Lucha Contra el Terrorismo, que está integrado por Policía, la Dirección Nacional de Fiscalías, el CTI, el DAS y el Ejército, en el que se hace un análisis de intercambio de información y se establecen objetivos para recuperar el control”.
Esos ataques fueron atribuidos a la compañía de finanzas ‘Manuelita Sáenz’ y al Frente 17 de las Farc y se ofreció una recompensa de 50 millones de pesos por información para esclarecer los hechos.
Pero los resultados de esas acciones aún no están consolidados, lo que mina la confianza de la población civil. Esa situación se repite en casi todo el país, por lo que es urgente que haya resultados prontos, nuevas capturas y se conozca y capture a quienes cometen los delitos más graves, como el de los estudiantes de biología asesinados en Córdoba, que esta semana estremeció al país.
 

‘RASTROJOS’ ASUSTAN AL PACÍFICO*
Pese a los constantes golpes de la Fuerza Naval del Pacífico y el Comando Especial del Pacífico, las bandas criminales al servicio del narcotráfico, como son denominadas por las fuerzas del orden, siguen infundiendo temor en la región.
Los Rastrojos, una de ellas, tienen atemorizados a muchos sectores rurales del Bajo, Medio y Alto Baudó, en el Pacífico chocoano.
"Soy desplazada del Alto Baudó, de Pie de Pepé, he querido regresar con mi familia, pero no he podido, pues está gente sigue allí generando temor en la población", dijo una mujer que perdió a su hijo, asesinado a mano de uno de estos actores armados ilegales.
En Buenaventura no es muy notoria su presencia, aunque hay algunos rumores de la llegada de los mismos a zonas de cultivos de coca en el Bajo Calima y en la misma antigua vía al mar.
"Aquí da la impresión que estos sujetos están aliados con la guerrilla y eso en cierta manera favorece, pues no hay una guerra o confrontación de la cual saldríamos perjudicados nosotros, los campesinos", dijo Carlos, un líder del sector de Zabaletas y Aguaclara.
"A Santa María de Timbiquí llegaron unos tipos, dicen que son ‘Rastrojos’, en busca de cultivos y la minería, hay mucho temor en la comunidad de este corregimiento sobre el río Cesé.
Por su parte la Fuerza Naval del Pacífico señaló que se ha avanzado mucho en la lucha contras estos grupos. "Les hemos asestado golpes importantes en Tumaco, Olaya Herrera, Pizarro y otros sectores de la Costa Pacífica", dijo el contralmirante Hernando Wills, comandante de la Fuerza. Destacó que se hace necesario que la gente tenga confianza en la fuerza pública y colabore denunciado la presencia de actores armados ilegales.


NO HAY ZONAS VEDADAS EN EL NORTE DEL VALLE*
Aunque por años hablar del norte del Valle significaba, de alguna manera, referirse a una zona vedada, hoy en día la situación es diferente.
El Cañón del Garrapatas fue por mucho tiempo un corredor estratégico para grupos armados al margen de la ley, sin embargo hoy está ‘escoltado’ por el Ejército lo que ha permitido el normal tránsito de los habitantes.
“Hace más de un año que no hay problema, por la presencia del Ejército”, dijo un trabajador de El Dovio que recorre la zona.
No obstante, no es secreto que aún hay conflicto territorial entre miembros de las bandas “Los Rastrojos” y “Los Machos”, aunque, para este trabajador, eso no ha sido problema para desarrollar su trabajo o para que la comunidad esté en la zona.
“Las únicas restricciones son en el ingreso de alimentos, combustible e insumos químicos, pero eso es por parte del Ejército. Lo hacen por familias con base en el Sisbén”, señaló este habitante de El Dovio.
Para el comandante del Batallón Vencedores, coronel Julio Alejandro Pinzón Arévalo, en el norte del Valle no hay ninguna zona vedada, es más, recordó que hace pocos días estuvieron el Obispo de Cartago, Monseñor Alejandro Castaño, un congresista y hasta el Presidente de la República, Juan Manuel Santos, sin que se presentara problema. “No hay ningún problema, y estamos permanentemente en la zona”.
El Cañón del Garrapatas inicia en el Chocó y llega al Valle bordeando los municipios de El Dovio y Versalles, en el norte del departamento.


LA CIFRA

117 miembros de bandas criminales, entre los cuales figuran miembros de ‘Los Rastrojos’, fueron detenidos el año pasado en el Pacífico, ocho más se sometieron a la justicia.


*Información de El País
 

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