Familiares de Keilis, la menor de 8 años asesinada en el municipio de Tolú, contaron detalles sobre el momento en el cual la menor desapareció la noche del lunes 24 de enero.
La pequeña, luego de permanecer varias horas con su tía Glenis Castellano Zúñiga, se fue para su casa y minutos más tarde se trasladó a la tienda del barrio a comprar una paleta, pero se quedó jugando con un niño vecino, como era costumbre.
Acto seguido, la madre de la niña, tras preparar comida, fue en busca de su hija para que cenara, pero no la encontró en el lugar en donde la vio por ultima vez jugando, entonces fue hasta donde Glenis, y allá tampoco la halló.
En ese momento inició una afanosa búsqueda por todas las casas del barrio Costa Azul, actividad a la cual se sumaron poco a poco los vecinos, patrullas del cuadrante de la Policía Nacional y personal de la Defensa Civil.
La búsqueda se extendió hasta horas de la madrugada del martes, cuando en un callejón del sector hallaron el cuerpo de la pequeña, el cual en un principio creyeron que se trataba de una muñeca abandonada.
Los familiares de Keilis, así como los vecinos que ayudaron a buscarla, nunca pensaron encontrar a la menor sin vida, pero así fue y empezó un profundo dolor en la comunidad, el cual tres días después, aún no se apaga.
De acuerdo con lo informado por los padres de la menor, el cuerpo de ésta presenta señales de violencia, por lo que se presume que antes de ser asesinada, pudo ser objeto de violación sexual.
Una vez hallado el cuerpo, la comunidad señaló como responsable a un vecino identificado como Jairo Julio Monterroza, de 29 años de edad, a quien las autoridades capturó minutos después.
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Según se conoció, en la casa del sospechoso fueron halladas las chancletas y la ropa que la niña tenía cuando desapareció, por ello una muchedumbre arremetió contra la edificación y la destruyó totalmente, tomando justicia por su propia mano.
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