La Superintendencia Nacional de Salud extendió por un año la intervención forzosa administrativa que tiene sobre el Hospital Regional de II Nivel de San Marcos, para dar continuidad a las acciones que permitan mejorar el flujo efectivo de los recursos y garantizar la prestación de los servicios a la población.
Según determinó la Supersalud a través de la Resolución 2339 del 17 de marzo de 2021, la prórroga será hasta el 18 de marzo de 2022 y busca además, que el Agente Especial Interventor y su equipo de trabajo direccionen sus esfuerzos por garantizar el desarrollo de los proyectos de inversión, y continúen con la adecuación y remodelación de la infraestructura hospitalaria para devolverle a la región un centro asistencial estabilizado y recuperado.
Entre las acciones a desarrollar durante el nuevo año de intervención, está la de garantizar la prestación de los servicios ofertados, así como el recurso humano requerido para la prestación de los servicios de salud en un ambiente seguro.
También, garantizar la disponibilidad de medicamentos, dispositivos e insumos necesarios; recuperar la cartera, que en su mayoría supera los 360 días y podría afectar el flujo del recursos y operación corriente.
Asimismo, garantizar mecanismos que permitan el pago de la deuda laboral de las vigencias 2017, 2018 y 2019, que asciende a $8.510 millones, y adecuar la Unidad de Cuidados Intensivos respiratoria, para darle un uso polivalente y garantizar la continuidad en la prestación de los servicios a la población de San Jorge y La Mojana.
Este Hospital de segundo nivel fue intervenido en marzo de 2020, por encontrarse en una crítica situación financiera y asistencial que puso en riesgo la atención integral de los usuarios, tanto en el municipio de San Marcos como en su área de influencia.
La Supersalud informó que algunos de los logros más significativos registrados durante este tiempo son los siguientes: servicios con altos estándares de calidad y oportunidad; garantía en el pago de salarios, aportes a seguridad social y parafiscales al talento humano, para un adecuado funcionamiento.
La mejoría en atención, aumentando en 37% su producción de servicios lo que ha generado un impacto positivo en la política de seguridad del paciente, mejorando su capacidad de respuesta, eficacia y adaptación frente al COVID-19.
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