Reacciones encontradas ha causado entre los habitantes del municipio de Santiago de Tolú el anuncio hecho por el algunos concejales con relación al regreso de las fiestas de corraleja a este puerto turístico Esta modalidad cultural, que representa la tradición y cultura sabanera concentrada en el corazón de los departamentos de Sucre y Córdoba, desapareció del ambiente toludeño desde hace algo más de 20 años. Actualmente en el cabildo municipal tramita un proyecto de acuerdo que analiza la posibilidad de revivir estas tradiciones en Tolú. Aseguran los concejales que las fiestas taurinas nunca han sido prohibidas en el municipio y explicaron que simplemente fueron reglamentadas, según consta en los archivos oficiales, y según lo estipulado en el acuerdo número 004 del 9 de septiembre de 1993. En opinión de una porción de ciudadanos nativos y residentes en Tolú, es improcedente pensar en la realización siquiera de una tarde de toros, ya que el costo social sería incalculable. Por razones menos poderosas, los bailes amenizados con grandes “picós” no cuentan con el apoyo total de la administración actual. Según relatan algunos padres de familia, estas celebraciones, traen la diversión que el pueblo necesita, pero también convocan a decenas de atracadores, disfrazados de vendedores o comerciantes decentes pero su mercancía está compuesta por toda una variedad de drogas prohibidas. Además de los escándalos por riñas callejeras, contaminan el ambiente con altos decibeles de sonido, prostitución infantil y consumo de estupefacientes. PELIGRO Pero según algunos contradictores a la realización de las corralejas, estos nefastos atributos de los “bailes picoteros” no alcanzan a acariciar los gigantescos perjuicios que representan las fiestas en corralejas, las cuales según el ciudadano José Pérez Ricardo, además de convocar a los antisociales mas especializados de la Costa Caribe, traen consigo prostitutas, enfermedades de transmisión sexual, jíbaros, raponeros, muertos por toros y muertes con armas de fuego y blanca. “No estoy de acuerdo con las fiestas en corralejas en el casco urbano de Tolú, por muchas circunstancias. Primero es que los muchachos en Tolú son muy desaplicados. Nuestros hijos se ponen a tomar trago y se animan a entrar al ruedo, de ahí los heridos y muertos”, afirmó Pérez Ricardo. Agregó que “dejemos que Pita las siga haciendo, allí no pasa nada”, dijo Pérez Ricardo. Prefiere que los esfuerzos se concentren en impulsar eventos como el Sirenato del Mar, o el Reinado Nacional Estudiantil, “que tantos turistas atrajeron y tanta promoción le dieron al Golfo de Morrosquillo, especialmente a nuestro puerto, Santiago de Tolú”. Otro sector de la población da la bienvenida a esa idea asegurando que “un poco de diversión no le cae mal al pueblo” y sosteniendo que los pequeños negocios de muchos habitantes de este puerto, se beneficiarían con incremento en sus ventas, obteniendo mayores utilidades. Según Víctor Dionisio Arrázola, ex agente de la Policía, “no hay ningún inconveniente en la realización de las corralejas en nuestro pueblo. Es una fiesta que casi todos los municipios realizan. Durante las fiestas hay mucho trabajo directo e indirecto y muchas oportunidades para los comerciantes criollos. Creo que con una buena organización, no permitiendo picós alrededor del ruedo, ya que los ‘espeluques’ traen desgracias y muertos”, manifestó Arrázola Sotomayor. El alcalde de Tolú, Adolfo González, expresó públicamente que esperará pacientemente los resultados de la evaluación que sobre el tema realizan los concejales municipales y que en su momento analizará las solicitudes de permiso que lleguen a su escritorio, solo allí habrá decisiones definitivas.
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Tramitan proyecto para revivir corralejas en Tolú
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