Urgencia de la San Juan de Dios está abierta, pero aún no pagan a sus trabajadores

Diego  Padilla  Barrios,  un  mototaxista  del barrio  Olaya  Herrera se estrelló ayer en la Transversal 54 a la altura del famoso “puente mocho” que  todavía  la  Alcaldía  no ha  entregado (lea qui .  El hombre,  de  34 años,  perdió  el control  cuando  intentaba  adelantar  un taxi  “zapatico”  y  cayó bruscamente  al pavimento.
Su  moto,  al  igual  que  él, rodó  varios  metros,  en  el accidente  Diego  se  fracturó el brazo derecho y fue trasladado de Urgencias a la Clínica  Universitaria  San  Juan de Dios. “Gracias a Dios me dejaron  entrar  al  hospital, porque  la  semana  pasada una  prima  me  dijo  que  la urgencias la habían cerrado.
Yo  llegué  en  un  taxi  y  me atendieron después de unos minutos,  me  enyesaron  y me  mandaron  unos  anti bióticos.  Lo  bueno  es  que no  llevaba  pasajero  en  ese  momento  porque  la  cosa hubiera  sido  peor”,  explicó el motociclista.
El  esposo  de  Verónica  Varela fue otra de las personas que  ayer  fue  atendido  en  el centro  asistencial luego del cese de actividades que se  registró  la semana  pasada  de  9  de la  noche  del jueves 20 de diciembre a 8 de la mañana  del  viernes 21.  No  obstante,  Verónica señaló que la atención es pé-sima en la clínica.
“Entré  a  urgencias  con  mi esposo porque tuvo un accidente de trabajo, le cogieron unos puntos en la ceja, pero para  que  le  hicieran  eso  tuvimos  que  esperar  mucho, nos  preguntaron  muchas cosas  y  los  médicos,  que  se nota  que  son  practicantes, hablaban  demasiado,  como haciendo visita”, dijo la mujer.
TODAVÍA NO LES PAGAN
Mientras tanto, camilleros, enfermeras y cientos de empleados de la clínica están a la espera de que el centro asistencial les pague su salario, la prima de Navidad y las prestaciones ociales. Luis Angarita, uno de los afectados, explicó que el 24 de diciembre cuando llegó del trabajo encontró a su hija de 12 años con fiebre y escalofríos. El hombre tuvo que darle una pastilla y supervisar la temperatura de su hija porque no tenía dinero para llevarla a un hospital. Unas horas antes, el Ministro de Salud, Alejandro Gaviria, visitó la San Juan de Dios e hizo un recorrido por el lugar, donde escuchó de parte de las directivas, la necesidad de que las EPS paguen a la clínica cerca de 42 mil millones de pesos, deuda que no ha permitido quedar a paz y salvo con los trabajadores.