Así se evidenció en la reunión de los miembros del consejo superior que se llevó a cabo ayer en un hotel de Montería.
Los consejeros discutieron durante largas horas el futuro de la institución y la necesidad de levantar el paro para no se cancelara el semestre.
Al interior del mismo sindicato de profesores había diferencias. Unos optaban por exigir la renuncia del rector Emiro Madera como condición única para poder renovar clases y otros señalaban que faltaba poco tiempo para que terminara el período del rector y que lo mejor sería empezar clases y dejar que el proceso transcurriera de manera normal hasta el 4 de agosto.
La posición de los estudiantes era similar. Ellos insisten en que se pueden renovar las clases pero piden a los miembros del consejo superior que le quite todas las facultades de contratación al rector y que sea este el organismo encargado de los demás procesos.
La mayoría de los consejeros votó por el reinicio de clases y por la necesidad de recuperar el tiempo perdido de tal forma que puedan culminar los dos semestres en un año con el firme compromiso de los profesores.
El gobernador de Córdoba, Alejando Lyons, también se mostró de acuerdo con la necesidad de reiniciar clases de tal forma que no se perjudique a 11 mil 500 estudiantes de la Universidad de Córdoba.
Se mostró de acuerdo con la necesidad de respetar la institucionalidad, es decir con la permanencia del rector Emiro Madera hasta el próximo 4 de agosto.
Al cierre de esta edición aún no había ningún tipo de acuerdos con relación al inicio de clases pero los ánimos estaban más tranquilos.
De inmediato se notificó a 127 profesores ocasionales y a 397 catedráticos que sus contratos estaban listos para empezar a trabajar a partir del próximo lunes.
Entretanto el rector de Unicórdoba, Emiro Madera, quien regresó ayer de Bogotá, dijo que estaba adelantando vueltas en la capital con el fin de beneficiar a la institución.
Dijo que estaba muy tranquilo pues sabía que el consejo superior optaría por el respeto de la institucionalidad y que permanecerá en el cargo hasta el próximo 4 de agosto porque en ningún momento ha pensado en la posibilidad de renunciar.
Habló retenido
Ayer viernes se respiró un ambiente de absoluta calma en la institución.
Marco Tulio Rico Herrera, el joven que fue capturado por las autoridades sindicado de estar tirado piedras el día de la última revuelta, aclaró que en ningún es revoltoso y mucho menos estudiante de la Universidad de Córdoba.
Sostuvo que entró allí por ignorante pues se movilizaba en una buseta para el barrio Nuevo Bosque, frente a Mocarí, y que se bajó de la buseta ante el bloqueo, al igual que lo hicieron todos los pasajeros.
Dijo que ante el lanzamiento de los gases corrió hacia el interior de la universidad y fue herido con una piedra en la cara. Fue entonces cuando un vecino de su tía lo sacó de la institución y cuando iban por el barrio San Francisco, camino a la clínica, fue abordado por una patrulla de la policía que lo recogió, lo llevó al hospital y luego lo mostró como uno de los revoltosos.
En la Fiscalía escucharon su versión y lo dejaron libre.
Comentarios ()