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La Avenida Santander parecía ayer una postal sacada de las costas y bosques tropicales colombianos.
En las carrozas de las aspirantes al título de Señorita Colombia simulaban alzar vuelos flamingos, gaviotas, guacamayos, garzas, azulejos, canarios y papagayos, todo en medio de una muestra diversa de la flora colombiana.
El escenario se completó con el desfile de comparsas, algunos disfraces, mientras que sobre las murallas y en una de las calzadas de la Avenida, detrás de vallas metálicas, miles de cartageneros y extranjeros -mucho menos que en otras ocasiones- se gozaban a su antojo la tradicional “Batalla de Flores”.
La espuma fue la gran protagonista entre el público y millares de tarros de este producto se vaciaron para relajar los ánimos de los asistentes, pero la proliferación de este elemento rompió las reglas de no meterse con las reinas y más de una concursante alcanzó a ser impactada por los chorros de este producto o si no pregúntenselo a la reina anfitriona, Laura Cantillo.
Cartagena, en su salsa
Pero Laura fue sin duda la gran triunfadora de la jornada. Su popularidad, simpatía y hermosa figura- resaltada ayer con un diseño de dos piezas que dejaba al descubierto sus largas piernas y hermoso torso- hizo contagiar de alegría al público que a lo largo del recorrido la ovacionó hasta el cansancio.
¡Esa es, esa es... Se lució, Laura se lució... fueron los coritos más sonados durante el desfile de carrozas. Pero a Laura la alegría se le interrumpió de manera abrupta. Su carroza se dañó justo a su paso por el Fuerte de La Tenaza y Laura, junto a las candidatas de Cauca, Jeniffer Martínez y Caquetá, Lizeth Mendieta, debieron ser “trasteadas” a otras dos carrozas que le seguían.
Ah!, pero la única varada en la jornada no fue la carroza de la Señorita Cartagena, antes de este percance, el carruaje de la Señorita Atlántico sacó la mano a su paso por Marbella y la bella Daniela debió irse con su comparsa para otra carroza.
En los palcos de la Avenida Santander, el ambiente era de total felicidad. En uno de ellos vimos danzar hasta la saciedad a las 27 aspirantes del Reinado de la Independencia y en los palcos oficiales el sabor de aquí y de allá, también se paseaba de mano en mano.
Las Señorita Colombia, Catalina Robayo y la Reina de las Festividades Novembrinas 2010, Ivonne Palencia, desfilaron juntas y sus “escoltas” era una manada de flamingos rosados que evocaban un paraje de la alta Guajira.
“Protesta” novembrina
Los estudiantes de la Universidad de Cartagena no desaprovecharon el vitrinazo de este espectáculo y apostados sobre el Fuerte de La Tenaza, desplegaron una enorme bandera de Colombia con un letrero que decía: “Unicartagena: no a la reforma Ley 30”. Pero eso no se quedó en mero letrero, detrás de la bandera y en lo más alto de la muralla bailaba animadamente una imagen del “presidente Santos”, invitado por los universitarios, al son de “suena, suena buscapiés”.
Condones gratis
Mientras miles de cartageneros danzaban, una legión de voluntarios del Departamento Administrativo Distrital de Salus, Dadis repartía miles de condones a los asistentes, como parte de una campaña educativa para impulsar el sexo responsable y seguro. En menos de media hora se agotó la dotación.
Fue un desfile con pocas comparsas, con menos público que en otras épocas, con mucha seguridad, pero que dejó la sensación de que le falta más esplendor. Requiere de carrozas más llamativas, más agrupaciones que acompañen a las candidatas, que las animen a bailar.
El desfile terminó y la belleza colombiana alzó vuelo...
Sabor y color
Todo el sabor colombiano se reunió en un solo lugar. Las 50 comparsas con notas musicales y bailes de la Costa Caribe, el Llano, la Costa Pacífica, y todo el interior del país, acompañaron a las 27 candidatas del Concurso Nacional de Belleza, demostrando que Colombia es una sola.
Encabezó el desfile la comparsa Magia de Aluna, con bailarines que dieron a conocer la destreza de los niños de esta fundación para las artes escénicas.
La que se robó las miradas de todo el público fue la Fantasía Africana Ekobios de Cartagena.
Los espectaculares cuerpos de sus bailarines y sus coloridos disfraces impactaron a todos los observadores.
La tercera edad también se hizo presente, con la comparsa de los abuelos Soledad Caribe.
Los turbaqueros hicieron su mejor esfuerzo con la comparsa de la Institución Educativa Docente de Turbaco, en la cual predominó el color azul agua marina.
El desfile cerró con broche de oro, con la presencia de unos pequeños del departamento de Meta, que bailando joropo, “zapatiando y zapatiando”, mantuvieron sobre ellos las luces de todas las cámaras.
Cano y el Joe, ¡”presentes”!
Hasta los muertos estuvieron en la Batalla de Flores. Se trató de ‘Joe’ Arroyo y ‘Alfonso Cano’, quienes se hicieron presentes a través de varios personajes que se pusieron su disfraz.
Los disfrazados del gran ‘Joe’ fueron tres. Y no es para menos, pues los cartageneros no dejan morir su música ni su presencia y le seguirán rindiendo homenaje.
Con el personaje de ‘Alfonso Cano’, todo el mundo quiso tomarse fotos. Su barba, traje pixelado, botas de caucho, y un arma de juguete, generó las risas de todos los espectadores, porque además iba escoltado por dos de sus “camaradas”.