En cuarentena, cepillarse puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza tanto para los padres como para los niños. De acuerdo con Nicolás Gómez, odontopediatra de ON-Odontoniños y colaborador de GUM Sunstar Colombia, “a los pequeños se les dificulta apropiarse de las buenas prácticas orales porque lo ven como una obligación y una rutina.”
Por lo general esto sucede porque son los propios padres los que no dan buen ejemplo, olvidando que los niños aprenden mucho más por medio de la imitación que por la imposición. “El padre debe dar el ejemplo de cepillarse los dientes tres veces al día, después de cada comida. Es recomendable que este momento sea una actividad conjunta, amena y guiada para que simultáneamente se dé el ejemplo y se pueda supervisar el cepillado de los más pequeños, siempre garantizando que se sientan cómodos y que lo vean como un momento divertido en el que además de compartir en familia, se están cuidando para prevenir enfermedades bucales y mantener sus dientes limpios” explica el especialista.
Cepillos demasiado grandes para sus manos, cerdas duras, cremas dentales con sabores demasiado fuertes y la dificultad para usar la seda dental cuentan para que los menores relacionen la hora del cepillado con un momento incómodo y molesto, el cual intentará evitar por medio de excusas, juego y “pataletas”.
Todos estos factores llevan a que en el mundo hasta el 90% de los niños entre 4 y 10 años hayan sufrido de caries en algún momento de su vida, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En Colombia, 33,27% de los niños entre 1 y 5 años, han presentado antecedentes de esta enfermedad oral, como afirma el IV Estudio Nacional de Salud Bucal (ENSAB IV) del Ministerio de Salud. Esto repercute en la salud bucal en los años siguientes y en la vida adulta como lo demuestra esta cifra: un 98.6% de los colombianos han presentado caries dental algún momento de su vida, sea en la infancia o en la adultez.
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