La primera vacuna del mundo se le atribuye al investigador Eduardo Jenner, quien marcó una nueva etapa en la historia de la inmunización con la primera vacuna efectiva contra la viruela. Las vacunas pueden prevenir enfermedades como la difteria, la hepatitis B, el sarampión, la tos ferina, la neumonía por neumococo, la diarrea por rotavirus, la rubeola, el tétanos entre otras.
En la actualidad, la tasa mundial de cobertura de vacunación se mantiene en 86%, lo que evita entre dos y tres millones de muertes al año.
Respecto a la vacunación en Colombia, se estima que su esquema es uno de los más completos de América Latina, incluyendo 21 vacunas para controlar 26 enfermedades.
En los últimos 10 años, se introdujeron en el programa ampliado de inmunización (PAI) del país vacunas contra rotavirus, neumococo, VPH, hepatitis A, varicela para niños y dTpa para gestantes y varicela, así como la inmunización contra el meningococo para la atención de brotes.
Pero aún hay dudas sobre las vacunas e interrogantes como los que, en esta época de pandemia, nos hacemos. Al respecto, Luz Elena Moreno, médica epidemióloga y gerente médica de vacunas en GSK, explica:
¿Qué es lo que hace una vacuna en nuestro cuerpo?
- Las vacunas ayudan a prevenir las infecciones causadas principalmente por virus y bacterias. Estas contienen un componente denominado antígeno que, al ingresar al cuerpo, simula la infección y de esta manera el sistema inmune crea las defensas (llamadas anticuerpos) que nos ayudan a defendernos en caso que nos expongamos al virus o a la bacteria contra la cual nos vacunamos. Por ejemplo, si me vacuno contra la varicela, mi cuerpo crea anticuerpos contra esta enfermedad y si entro en contacto con una persona enferma tengo menos riesgo de enfermarme porque mi cuerpo “reconoce” al virus y se defiende él.
¿Por qué hay enfermedades para las cuales no se han podido desarrollar vacunas?
- El desarrollo de las vacunas depende de las necesidades mundiales de salud dirigidas principalmente a las infecciones más graves o aquellas que afectan a un mayor número de personas. Adicionalmente, existen microorganismos que son más complejos y es mucho más difícil desarrollar una vacuna. Por eso tenemos vacunas para unas enfermedades y para otras no. Las vacunas que se encuentran disponibles actualmente responden a los problemas de salud pública de los diferentes lugares del mundo, como la hepatitis B, el sarampión, las paperas, la tos ferina, la neumonía, la poliomielitis, la diarrea por rotavirus, la rubéola, el tétanos entre otras. En estas vacunas ha sido posible identificar un antígeno adecuado que permita que la vacuna tenga un perfil de eficacia y seguridad adecuados para la población que la recibe.
¿Por qué creen como expertos que han aumentado los movimientos antivacunas y cuál es el riesgo?
- La reticencia o la oposición a la vacunación es un problema mundial complejo que evoluciona rápidamente y que debe vigilarse de forma permanente. Se produce por diferentes causas que se deben comprender para lograr una estrategia adecuada que permita mejorar la aceptación de las vacunas, como lo indica la Organización Mundial de la Salud en el documento generado por su grupo asesor en febrero de 2015.
Inclusive, en el año 2019, además, este tema se incluyó dentro de las 10 amenazas a la salud global.
Frente a la vacunación, lo más importante es recordar que es una estrategia que ha demostrado efectos positivos en la salud pública, previniendo entre 2 y 3 millones de muertes por diferentes enfermedades cada año, y que las vacunas en la actualidad han demostrado tener un adecuado perfil de seguridad que permite su uso en las comunidades.
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