El Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana realizó el estudio “Vivencias familiares durante el confinamiento por Covid-19”, el cual contó con la participación de 1.834 colombianos. Los resultados muestran que el 70% de los participantes afirmaron que el trabajo desde el hogar no ha interferido durante la pandemia con su vida personal.
Sin embargo, no sucede lo mismo con quienes han pasado la cuarentena con hijos debido a que, casi la mitad de esta población encuestada (48,8%) afirma encontrar interferencia entre estos dos aspectos.
“Para ellos los retos son mayores, debido a que además de responder con sus compromisos laborales, también han asumido responsabilidades de acompañamiento en las actividades escolares de los hijos, el manejo de la ansiedad por la situación social, la inseguridad financiera, entre otros. Además, se perciben mayores interferencias cuando los hijos están en edades por debajo de los seis años y menores cuando los hijos son mayores de 21 años”, afirma Victoria Cabrera, profesora del Instituto de La Familia de la Universidad de La Sabana, y una de las investigadoras del estudio.
Otro de los aspectos que se destacan en el estudio es que para los participantes el trabajo desde el hogar sí ha superado el tiempo que habitualmente utilizaban para este fin (45%), por lo que se ha visto la necesidad de distribuir las tareas en su hogar.
Los cambios en las rutinas de las personas debido a la pandemia, el aumento de la carga laboral con el trabajo en casa y el escenario de incertidumbre ha generado alteraciones en la salud mental. Algunos reportes en otros países dan cuenta de cambios en la calidad del sueño, aparición de síntomas de ansiedad y en otros casos aparición de síntomas de estrés postraumático.
En cuanto a las horas dedicadas a dormir y la calidad de sueño que reportan los participantes del estudio, en medio de la pandemia, el 58,1% asegura que ha dormido bien y descansado toda la noche , en contraste con el 41,8% de personas que respondieron que solo lo ha logrado a veces o nunca.
Por otro lado, al menos el 58,2% de los participantes reporta que se siente preocupado por la incertidumbre sobre cómo va a subsistir durante y después de la crisis. Además de esto, 11% de los participantes quedaron desempleados a causa de la pandemia.
Esta y otras situaciones parecieran alterar los ánimos en casa, generando conflictos entre los padres que están afectando a los hijos: 1 de cada 5 hijos ve a sus padres pelear. “Estos resultados cobran importancia si se tiene en cuenta que la familia es el lugar de los primeros aprendizajes y, por tanto, el lugar en el que los niños construyen sus ideas y significados sobre las relaciones entre los más cercanos, las relaciones de pareja y las estrategias de manejo de los conflictos”, afirma Cabrera.
“Aunque el panorama parece ser negativo, estas mismas personas mostraron haber encontrado en la cuarentena una oportunidad para compartir en familia y retornar a lo esencial de la vida familiar”, expone María del Carmen Docal, coinvestigadora de este estudio y profesora del Instituto de La Familia.
Un 84,4% afirma que hay mayores muestras de afecto, en contraste con el 29,2% que piensa que hay discusiones con mayor frecuencia en su familia.
Otro de los aspectos positivos que muestra el estudio se ve reflejado en que el 59,8% de los encuestados afirma que al no tener que desplazarse al trabajo, dispone de más tiempo para otras actividades.
El 46,7% afirma que ha utilizado parte de su tiempo en confinamiento viendo televisión, el 84,7% compartiendo actividades con parientes (reuniones por videollamada, chats, Facebook) y el 64,8% ha participado en las actividades de la iglesia/culto (virtual).
Finalmente, otro aspecto que se identificó es que, durante el confinamiento, la familia ha buscado en sus seres queridos una red de estímulo y apoyo.
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