¿Nunca te has preguntado por qué hay gente a la que le sale sangre por la nariz sin razón aparente?
¿Será esto signo de alguna enfermedad?
Pues bien, cuando esto pasa es porque se da una ruptura del tejido que recubre la nariz, pues este órgano contiene una gran cantidad de vasos sanguíneos diminutos que sangran fácilmente.
Estas hemorragias ocurren con frecuencia en personas que sufren de irritaciones menores o resfriados.
Sin embargo, cuando es repetitivo este sangrado espontáneo, puede ser una señal de hipertensión, enfermedades hematológicas o de padecimientos más graves y hay que acudir al especialista.
Asimismo, cuando la sangre proviene de la parte posterior de las fosas nasales (lo menos frecuente) en cuyo caso es más difícil la solución.
¿Por qué se produce?
Existen diversas causas que desencadenan la epistaxis (sangrado por las fosas nasales y cavidades anexas) que en la actualidad representa entre el 10 y el 12 % de las consultas de urgencias de otorrinolaringología.
Entre las más comunes están: el rascarse las fosas nasales, el resfriado común, tabique desviado, la rinitis, la sequedad ambiental que produce resequedad interna, altura o exposición excesiva al calor, golpes, cuerpos extraños dentro de las fosas nasales y en severos casos, la presencia de tumores.
En caso de que se presente, es recomendable sentarse e inclinarse levemente hacia adelante (esto se hace para evitar tragar sangre), taparse las fosas nasales con los dedos y respirar por la boca. Los agujeros deben estar cerrados por lo menos diez minutos antes de verificar si el sangrado se ha detenido. Durante este tiempo no es recomendable que la persona se acueste.
Es importante que se acuda al médico cuando han pasado 20 minutos y la sangre sigue fluyendo, asimismo, si esta hemorragia ocurre después de un golpe en la cabeza o un golpe en la parte frontal del rostro.
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