Salud


Discalculia, trastorno que impide aprender matemáticas

Un niño al que no se le detecta a tiempo la discalculia, es muy probable que sea etiquetado como torpe o vago. Por eso, esté atento para que sus hijos tengan el abordaje adecuado.

IVIS MARTÍNEZ PIMIENTA

19 de febrero de 2020 07:24 PM

Muchos niños no tienen la misma capacidad que otros para aprender matemáticas, y es ahí donde incluso puede aparecer la discalculia. Esta se define como una alteración específica del aprendizaje que se caracteriza por la dificultad en la adquisición de las destrezas matemáticas en niños con un nivel intelectual normal.

Según estadísticas en Colombia, en una clase de 25 alumnos, al menos un niño tendrá discalculia.

Hay muchos interrogantesa alrededor de esta alteración, por lo cual, Javier García Oza, profesor de la Universidad de Málaga y Daniel González de Vega, cofundador de Smartick aclaran:

¿Cuál es la diferencia entre discalculia y que a un niño simplemente no le gusten las matemáticas?

- En la vida real, la discalculia implica dificultades en situaciones tan cotidianas como leer un reloj de agujas o la matrícula de un coche, memorizar teléfonos o secuencias numéricas, estimar distancias en el transporte público, controlar las dosis de las medicinas, o, incluso calcular la vuelta de la compra.

Sin embargo, tener dificultades con las matemáticas no siempre implica tener discalculia. Hay otras causas que pueden explicar las dificultades en las matemáticas como, por ejemplo, un bajo nivel intelectual, métodos educativos inadecuados, falta de motivación o una reducida exposición a experiencias numéricas.

La discalculia es un trastorno específico del aprendizaje de origen neurobiológico que afecta a la adquisición de conocimientos sobre los números y el cálculo. Tiene una prevalencia estimada de entre el 5 y el 7%, que es similar a la de la dislexia. Puede presentarse de forma muy heterogénea, pero, en general, los niños con discalculia experimentan dificultades en el aprendizaje de las matemáticas. Como consecuencia de esto, tienen dificultades para la discriminación entre cantidades, el conteo, el reconocimiento de dígitos y el cálculo.

¿Cuáles son las características que presentan las personas con el trastorno?

- Es difícil diagnosticar la discalculia antes de los 6 años, y con mucha frecuencia se diagnostica pasados los 8 años. Para poder detectar la discalculia es necesario tener en cuenta que los síntomas de la discalculia se manifiestan de manera diferente en función de las edades.

Así, suelen tener problemas para aprender a contar, dificultades para entender términos relacionados con las matemáticas -como “más grande” y “más pequeño”-, no pueden entender la relación entre número y cantidad (no entienden que “4” se aplica a grupos de “4 pasteles, 4 coches o 4 amigos”). En la Primaria, las dificultades en matemáticas de niños con discalculia pueden traducirse en suspensos en la clase de matemáticas, mientras que en el resto de las asignaturas las dificultades son considerablemente menores.

En este periodo educativo les cuesta entender conceptos como “mayor que” y “menor que”; suelen confundir los símbolos aritméticos (+,-, x, /); les cuesta aprender y recordar hechos numéricos (por ejemplo: 2+8, 4x7), tienen dificultad para entender el valor de la posición de los números (unidades, decenas, centenas) o siguen usando, más allá de los 8 años, los dedos para contar en lugar del cálculo mental.

¿Este trastorno de aprendizaje de las matemáticas puede ser de origen genético?

- Cuando se afirma que la discalculia tiene un origen neurobiológico, nos referimos precisamente a que tiene un componente genético que afecta el desarrollo del cerebro. Es decir, en la discalculia hay un claro componente genético. Los estudios demuestran que el 70% de los niños con discalculia tienen madres con estas dificultades de aprendizaje, cifra que se sitúa en el 50% en el caso de los padres.

Lo que no tiene es un gen concreto –como el síndrome de Down-. Sino que se habla de combinación de genes que están determinando el desarrollo cerebral de las zonas parietales que están afectados, que hace que no se desarrollen bien y conlleven dificultades de aprendizaje.

¿Cómo abordarla?

- La identificación temprana de la discalculia es crucial, pues permite poner en marcha programas de intervención que se ha visto que son efectivos para minimizar las consecuencias del problema. Es decir, se puede reducir su impacto de una manera importante, pero la discalculia es permanente.

Una vez que se identifica que el niño presenta una dificultad específica para el aprendizaje, debe acudirse a un especialista en trastornos del aprendizaje que confirme el diagnóstico y descarte que no hay otro trastorno o condición (por ejemplo: bajo CI, TDA, problemas específicos de psicomotricidad fina, etc.) que pueda explicar su bajo rendimiento en el test. Posteriormente, el especialista deberá realizar una intervención específica e integral sobre las habilidades matemáticas básicas que fomente la comprensión de las relaciones numéricas y los procedimientos aritméticos sobre la memorización.

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