Según la Asociación Colombiana de Neurología (ACN), cada año más de 45 mil colombianos sufren un ataque CerebroVascular (ACV). A nivel mundial los ataques cardiovasculares ocurren a más de 17 millones de personas, de los cuales sólo 5 millones de personas sobreviven con algún tipo de discapacidad permanente.
Un ACV se produce cuando el flujo de sangre hacia alguna parte importante del cuerpo se interrumpe, en este caso no es el corazón que sufre la falta de oxígeno, sino el cerebro. El doctor Andrés Fonnegra, neurocirujano neurointervencionista, comenta que existen dos tipos de ACV: “El primero es el de tipo hemorrágico, que ocurre cuando una lesión vascular se rompe y el segundo es de tipo isquémico, el cual se presenta cuando un vaso sanguíneo del cerebro se obstruye con un trombo o coágulo”. El segundo es el más común y representa más del 85 % de los casos. En ambos casos el tiempo es oro, con un ataque cerebrovascular cada minuto sin irrigación sanguínea se dañan y mueren millones de neuronas, algunas veces irreversiblemente.
Los síntomas aparecen súbitamente, suelen ser confundidos o asociados con malestares generales u otras patologías lo cual hace que los pacientes no sean remitidos a centros de atención inmediata, aumentando la probabilidad de un desenlace fatal o la presencia de secuelas permanentes como la pérdida del habla, la movilidad o la memoria, generando discapacidades permanentes en los pacientes.
Algunos de los síntomas del ACV son: alteraciones en la cara, adormecimiento o debilidad del brazo o la pierna (especialmente de un lado del cuerpo); dificultad para hablar o entender; alteraciones en la visión; dificultad para caminar, mareos y pérdida del equilibrio o la coordinación. No hay que esperar a que estos síntomas pasen.
Si se presentan se debe acudir a un servicio de emergencias lo más pronto posible. Pocas personas reconocen los síntomas de un ataque Cerebrovascular y menos aún saben que deben acudir a un centro especializado para su adecuada atención.
En Colombia el 38% de los pacientes no reconoce los síntomas de un ACV y en solo el 40% de los casos se acude a una línea de emergencia.
Se recomienda llamar o acudir inmediatamente a servicios de urgencia, por cada minuto sin tratamiento el cerebro pierde 1.9 millones de neuronas y por cada hora sin atender, el cerebro envejece 3,6 años. “Reconocer los signos a tiempo, brindar atención médica urgente en unidades adecuadas de ataque cerebrovascular y facilitar el acceso a tecnologías diagnósticas y terapéuticas mejoran sustancialmente los resultados”, asegura el Doctor Fonnegra.
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