Aunque algunas veces para muchos el ronquido es objeto de burla o que fastidia, hay que tener en cuenta que puede ser la manifestación de una enfermedad llamada apnea del sueño, que aqueja entre el 4 y el 9 por ciento de la población en general. Aunque este es un mal poco conocido, sufrirlo puede generar consecuencias a la salud como problemas de hipertensión y riesgo de infarto de miocardio. Por su parte en los niños afecta el crecimiento e incluso el aprendizaje. Según el neurólogo, profesor de la Universidad Nacional, Édgar Osuna, este es un problema anatómico, que se presenta por obstrucción de la vía aérea alta, por ejemplo, en las fosas nasales y la oro-faringe. Dicho trastorno se caracteriza por pausas respiratorias (apneas) recurrentes, con duración mayor a 10 segundos, que se presentan a lo largo de toda la noche, y cuya duración varia de acuerdo al estado del sueño y de la posición de descanso. “Son roncadores fuertes, intermitentes, que para finalizar la apnea, tienen que despertarse, durante dos o tres segundos, sin tener recuerdo de esos despertares”, señaló el neurólogo. Cabe agregar que de esto se deriva la presencia de somnolencia al día siguiente, cansancio, irritabilidad y bajo rendimiento en las labores. “Así duerman 7 u 8 horas, que es el tiempo recomendable, se sienten fatigados”, afirmó el especialista. Por esta razón, conductores de vehículos, con apnea, tienen entre 2 a 7 veces más accidentes que los demás, como lo demuestran estudios citados por el Osuna. Cómo afecta a la salud Según el doctor, las personas con apnea del sueño, además de presentar hipersomnio o sueño excesivo en el día, suelen padecer de hipertensión arterial, trombosis y son más propensas a los infartos de miocardio. “Cada vez que dejamos de respirar se producen cambios en la química sanguínea, se afecta el endotelio, que es lo que tapiza los vasos sanguíneos, y eso puede llevar a defectos cardiovasculares importantes”, explicó el experto. No hay una edad determinada para sufrir de dicha enfermedad, pero son más vulnerables aquellas personas con obesidad, ya que “la grasa se deposita en la faringe y esto hace que la luz de la vía aérea superior se disminuya en forma considerable”, aseveró Osuna. Cabe agregar que la obesidad no es una condición, pues también se puede presentar en personas no obesas, a veces por sus características craneofaciales, forma de los huesos de la cara, o anomalías en el control ventilatorio, al respirar. El ronquido en los niños En los niños se manifiesta con problemas de desarrollo neurocognitivo o de aprendizaje, y con fallas en el crecimiento, de aquí que sea muy importante cuidar que los menores no tengan problemas durante su sueño. “Cuando un menor duerme se produce la hormona de crecimiento, por consiguiente, si el sueño es interrumpido por los episodios apneícos, su crecimiento se verá afectado, al igual que su concentración”, explicó el profesor Osuna.
NOTICIAS RECOMENDADAS
Comentarios ()