Enfermedades


La meningitis, una enfermedad que se puede controlar

JESSICA PONCE AGUIRRE

12 de agosto de 2013 03:57 PM

La meningitis es una enfermedad infecciosa del cerebro que involucra las meninges que cubren el sistema nervioso central y se produce por distintas causas.

Estás pueden ser de tipo viral o bacteriano y afectan, en su gran mayoría, a los niños lactantes y preescolares (menores de 3 años), sin excluir a algunos adultos.

Para resolver todas las dudas acerca de este importante tema, El Universal consultó al doctor Hernando A. Villamizar Gómez, miembro de la Sociedad Colombiana de Pediatría y de la Asociación

Latinoamericana de Pediatría, quien explicó de manera puntual cuáles son los cuidados que debemos tener para proteger a nuestros niños de esta terrible enfermedad que inicialmente suele confundirse con un resfriado común y que si no es atendida dentro de las primeras 24 horas puede ocasionar la muerte o producir un daño severo con secuelas incurables en el paciente.

¿Cuál es la causa más común de meningitis?
Una de las bacterias que produce meningitis y podría decirse que la más común, es el meningococo, que se transmite de persona a persona. Hay quienes portan esta bacteria en la garganta y jamás desarrollan la enfermedad (adolescentes y adultos jóvenes), pero la trasmiten de manera involuntaria.

¿Qué mortalidad y secuelas deja la meningitis?
La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que anualmente se producen 500.000 casos en el mundo y al menos 50.000 son fatales, aunque la mortalidad puede alcanzar el 50% en casos y causar importantes daños cerebrales en quienes sobreviven.
La meningitis por meningococo se puede prevenir a través de una vacuna que protege a niños menores de 2 años y que puede aplicarse a partir de los 9 meses de edad. //Archivo el universal.

¿Qué es?
La meningitis es una inflamación de los tejidos que recubren el cerebro y la médula espinal, llamadas meninges. Es causada por diferentes agentes: bacterias, virus y otros microorganismos, como por ejemplo los hongos. La meningitis viral es habitualmente reversible, no suele dejar secuelas ni pone en riesgo la vida. En cambio, la meningitis bacteriana es mucho más severa y riesgosa.
La Neisseria meningitidis, bacteria productora de la enfermedad meningococica invasiva (EMI), causa casos aislados pero también grandes epidemias.
Aun cuando se diagnostique tempranamente y reciba tratamiento adecuado, hasta el 10% de los pacientes fallece, generalmente en las primeras 24 a 48 horas tras la aparición de los síntomas. La EMI puede producir daños cerebrales, sordera, pérdida de extremidades y discapacidad para el aprendizaje en un 10 a 20% de los sobrevivientes.

¿Cuál es el grupo de edad más expuesto?
El grupo de edad con mayor riesgo es el de lactantes menores un año de edad, seguido del grupo de entre 1 y 4 años de edad. En Europa, 45% de los casos informados corresponde a niños entre el primer mes de vida y los 4 años de edad. En algunos países, como en Estados Unidos, ocurre un segundo pico de enfermedad en los adolescentes y adultos jóvenes. 
El segundo grupo a observar es el de los jóvenes que hayan entrado en contacto con números altos de jóvenes de diversos entornos, por ejemplo, encarcelados o reclutados en el ejército. El tercer grupo está formado por adultos de mediana edad. Un cuarto grupo de importancia está conformado por los pacientes inmunocomprometidos, con estadios avanzados de Sida, lesiones pulmonares y bacteriemia (presencia de bacterias en la sangre).

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad?
Al comienzo son similares a los de la gripe: fiebre alta, dolor de cabeza, cuello rígido, náuseas, vómitos, convulsiones, somnolencia, confusión, manchitas pequeñas rojo vino en la piel (petequias) y molestia al exponerse a la luz (fotofobia). Sin embargo, no todos los síntomas pueden presentarse al mismo tiempo. En el caso de los bebés, con frecuencia evidencian lentitud, inactividad, irritación y desgano frente al alimento. Los síntomas pueden evolucionar de un día para el otro, o rápidamente, en muy pocas horas.

¿Por qué se recomienda actuar rápido?
Porque puede progresar rápidamente y producir la muerte en tan solo 24 horas.

¿Cómo se contagia?
El único reservorio es el hombre y se transmite de persona a persona a través de gotitas respiratorias de un portador asintomático o menos frecuentemente de un enfermo. Los modos de contagio pueden ser besos, estornudos, tos, el compartir cubiertos o vasos u otro tipo de vajilla o el convivir con mucha gente en lugares pequeños. El período de incubación medio es de 4 días, pero puede oscilar entre horas y 10 días.
Entre un 10 y 20% de las personas son portadoras sanas de la Neisseria meningitidis en su garganta, lo que quiere decir que tienen la bacteria y la contagian, pero no desarrollan la enfermedad.

¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico inicial de la meningitis menigocócica puede establecerse a partir de la exploración física, seguida de una punción lumbar que muestra un líquido cefalorraquídeo purulento. A veces se puede observar la bacteria en el examen microscópico de ese líquido. El diagnóstico es respaldado o confirmado por el cultivo positivo de la sangre o del líquido, las pruebas de aglutinación o la reacción en cadena de la polimerasa (PCR).

¿Qué situaciones o condiciones aumentan su riesgo?
El hacinamiento, las epidemias de virosis respiratorias (influenza, en particular), el humo, son los factores que favorecen la diseminación y facilitan la invasión del agente causal.

¿Cuándo se puede hablar de un brote de meningitis?
Ocurre cuando existen tres o más casos confirmados de EM; todos los casos del mismo serogrupo; todos los casos en un período de tres meses; entre individuos con algún grado de relación (la misma escuela, barrio, ciudad pequeña o mediana); individuos infectados sin contactos directos; índice de enfermedad igual o mayor a 10 por 100.000. 

Cuando hay un caso confirmado, ¿cómo se debe actuar?
Se recomienda quimioprofilaxis (administración de una sustancia química, incluidos antibióticos, para prevenir la aparición de una infección) en personas más cercanas que tienen contacto cercano con el paciente.

¿A partir de qué edad un bebé se puede vacunar?
Solamente hasta el 2005 pudo lograrse un agente inmunizador que protegiera a niños menores de 2 años, que puede aplicarse a partir de los 9 meses y para proteger a los niños menores lo que se puede hacer es vacunar a las personas que conviven con ellos, si hay riesgo de adquirir la bacteria.

¿Cuál es el llamado a los padres?
El llamado de atención es para que trabajemos en conjunto los profesionales de la salud, los padres de familia, e incluso, los medios de comunicación. Debemos identificar cuáles son los síntomas de alarma. Se ha encontrado en algunos estudios que es importante evaluar a todo niño que presente fiebre, malestar general y que no sea capaz de hacer sus actividades habituales, que le duelan las piernas, tengas las manos y los pies fríos y que tengan una coloración anómala en la piel.
De la preocupación por los casos de meningitis, nacen iniciativas como 24 Horas Juntos contra la enfermedad Meningocócica, que busca concientizar a todas las personas de la gravedad de esta enfermedad que de manera rápida puede ser fatal. 

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