El cáncer de cuello uterino es tal vez la principal causa de muerte en las mujeres colombianas, por ello se ha convertido en un reto de salud pública para las autoridades nacionales del sector.
Se trata de una patología que está asociada a aspectos sensibles como falta de acceso al sistema de salud y poco seguimiento a la enfermedad, incluso a aspectos culturales, pues el Virus del Papiloma Humano es una de las principales fuentes de contagio, ya que la enfermedad es de transmisión sexual.
Si bien el cáncer de cuello uterinmo ha mostrado un descenso en las cifras de muertes, aún no es suficiente. Hace 40 años las tasas de incidencia y mortalidad por cáncer de cérvix era de 14 víctimas por cada 100.000 mujeres; en 1987 la cifra bajó a 7,08 y se espera que para 2021 llegue a 5,5 mujeres por cada 100.000 mujeres con cáncer de cuello uterino.
De hecho, ocho de cada diez mujeres que se curan de esta enfermedad recaen en los dos o tres primeros años después del tratamiento.
Por ello, con motivo del Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino este 26 de marzo, las autoridades nacionales de salud lanzaron una voz de alerta para que todas las mujeres después de los 30 años de edad acudan a su ginecólogo y se practiquen el examen antes de que comience a aparecer células cancerosas en el cuello uterino.
FACTORES DE RIESGO:
Los factores de riesgo para desarrollar cáncer de cuello uterino son:
- Infección por Virus del Papiloma Humano (VPH)
- Infección con clamidia
- Uso prolongado de anticonceptivos orales
- Uso de dispositivo intrauterino
- Inmunosupresión
- Tener muchos embarazos a término
- Tabaquismo
- Sobrepeso
- Múltiples parejas sexuales
Los síntomas a menudo no comienzan hasta que una lesión pre-maligna se torna en un cáncer invasivo verdadero y crece hacia el tejido adyacente. Cuando esto ocurre, los síntomas más comunes son: sangrado anormal; secreción inusual y dolor durante las relaciones sexuales.
La detección del Virus del Papiloma Humano como método de tamización ha ganado relevancia, teniendo en cuenta su mayor sensibilidad para detectar lesiones pre-neoplásicas.
Desde 2013 fueron incluidas las pruebas moleculares para la detección del Virus en el POS y recientemente han sido integradas en las nuevas guías de práctica clínica para la detección de lesiones pre-neoplásicas de cuello uterino, como método de tamización primaria en población entre los 30 y 65 años de edad.
Comentarios ()