Dice la doctora Alicia Gaviria Díaz que una descarga de sentimientos de alegría y nostalgia la invadieron durante los instantes protocolarios en que le pusieron la primera dosis de la vacuna de Pfizer contra el COVID-19, el pasado sábado 27 de febrero, en la Clínica El Bosque, donde ella cumplió esta cita inaplazable con su salud.
Su segunda aplicación del inmunológico está prevista para el sábado 20 de marzo.
Desde los comienzos de la pandemia, esta bacterióloga cartagenera especializada en Hematología y Microbiología Clínica, junto a su equipo humano de trabajo, ha estado combatiéndose en la primera línea de lucha contra el virulento SARS-CoV-2, exponiéndose mientras toman muestras a miles de personas para detectar la presencia del mencionado virus.
El testimonio de esta laboratorista clínica frente a lo que connota la vacuna anti-COVID para el bienestar de la humanidad, pretendemos hoy retransmitirlo a través de este espacio de El Universal, a miles de cartageneros y bolivarenses para rebatir lo que ella misma ha calificado como “mitos absurdos de personas desinformadas”.
En las horas posteriores a la primera aplicación de la vacuna, y hoy, cinco días después, “mi vida ha seguido normal, no he tenido síntomas adversos, no me duele nada”, dice Alicia Gaviria.
“Invito a todas las personas a que se quiten todos esos mitos absurdos de personas desinformadas respecto a las vacunas, personas que viralizan situaciones que nada tienen que ver con la vacuna. A mí no me ha dado ningún síntoma, nada en absoluto, el tema puede ser más psicológico que físico”, es la categórica declaración de esta bacterióloga, presidenta además del Colegio de Bacteriólogos de Bolívar.
Sus apreciaciones tienen el fuero de total autoridad, pues junto al grupo humano de trabajo que la acompaña en el laboratorio que lleva su mismo nombre, ha hecho más de 6.500 pruebas –de anticuerpos en sangre, de antígeno por hisopado confirmatorias, y muestras de PCR– desde que comenzó la pandemia, para detectar el coronavirus, y cientos de esas muestras las ha tomado a domicilio, trasladándose a cualquier barrio de la ciudad de donde la requieran, previos todos los protocolos de autocuidado para la bioseguridad de su personal.
Explica que debido a que las EPS no tenían suficiente capacidad de respuesta para hacer la toma de muestras, la gente se iba a los laboratorios particulares, y de allí nace este servicio a domicilio que ella presta desde su laboratorio.
ESTO ES IMPORTANTE
Durante los momentos ‘ceremoniosos’ para la aplicación de su primera dosis de la vacuna de Pfizer, la doctora Alicia Gaviria dice que se percató de dos situaciones, que bien vale destacar.
La primera de ellas es que el biológico viene en embalaje de multidosis, es decir, que un solo frasco, envase o recipiente trae el contenido de seis dosis, para igual número de personas, y por lo tanto es necesario que en el momento de la inmunización estén presentes las seis personas para recibir el antígeno, lo que puede conllevar a ciertas esperas mientras llegan todos los citados.
Ante este panorama, Gaviria recomienda encontrar la manera de tener siempre pacientes de reserva inmediata, para evitar que se puedan desperdiciar las dosis, ya que una vez destapado el frasco del multicontenido, todas las dosis deben ser aplicadas.
El otro aspecto que resalta es la excelente coordinación que rige para el proceso de vacunación en la Clínica El Bosque, donde ella tuvo su cita, liderado por la profesional Juliana Gómez Estrada, jefa de Enfermería de este importante centro asistencial.
“Todo fue muy bien coordinado, es magnífico, con todas las normas de bioseguridad, no hay tachas de nada en el espacio de vacunación, en verdad toda la vacunación la hacen en condiciones excelentes, dirigidos por la enfermera Juliana Gómez”, expresó Gaviria Díaz.
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