Más de 350 mil personas mueren cada año como consecuencia de enfermedades hepáticas relacionadas con la hepatitis C, según la Organización Mundial de la Salud, OMS.
Lo más grave, es que esta enfermedad puede durar años en el organismo sin manifestarse, haciendo daños de forma silenciosa pero fulminante.
“Es una enfermedad que puede ser producida por varios tipos de virus, entre los cuales, los más conocidos y comunes son A, B y C. Afecta directamente el hígado”, explica Jaime Enrique Ruiz, médico experto en el tema.
Aunque existen 3 clases de virus comunes, el que más preocupa a los organismos e instituciones de salud, es el C.
Esto se debe a que para los otros dos ya existe vacuna, mientras que para el virus C, no la hay todavía.
“Para la hepatitis C no hay vacuna, es decir, no hay manera de prevenirla. Lo único es no exponerse a los factores de riesgo que la pueden ocasionar, pero de lo contrario, no hay forma”, añade.
Lo grave: afecta el hígado
Lo más grave de la hepatitis C, es que afecta directamente el hígado.
“El virus de la hepatitis C entra por la sangre y tiene una atracción especial por las células del hígado, lo cual hace que llegue hasta este órgano y se establezca allí hasta enfermarlo”, expresa el Médico.
La hepatitis C puede causar en el hígado, varias enfermedades. “Cirrosis es la que más produce. Sin embargo, otras como cáncer y falla hepática, también pueden ser resultado de la hepatitis C”.
La afección en el hígado, puede tener varios síntomas. Pero cuando éstos se manifiestan, la enfermedad generalmente ya se encuentra en estado avanzado.
Según Jaime Enrique Ruiz, el paciente puede pasar hasta 20 ó 30 años con el virus en su cuerpo, sin darse cuenta.
Señala que aproximadamente el 70% de los pacientes contagiados con el virus, acaban con una enfermedad crónica de este tipo.
Formas de contagio
El virus de la hepatitis tiene varias formas de contagio. “La forma más común de contagio del virus B, son las relaciones sexuales sin protección. Pero del B y el C juntos, se transmiten frecuentemente a través de transfusiones de sangre contaminada con hepatitis. También se pueden adquirir a través de prácticas como la imposición de tatuajes, perforaciones (piercing, expansiones y demás), utilización de jeringas que ya han pasado por manos de otras personas, y toda actividad que requiera de usar instrumentos que hayan tenido contacto con la sangre de otro que pueda estar contagiado”, indica el profesional de salud.
“Aunque lo ideal sería no hacerse nada de esto para no exponerse a ningún factor de riesgo, sabemos que cambiar la mentalidad de la gente es difícil. Lo que queda es que al menos verifiquen que los instrumentos que se usarán son estériles”, agrega.
El virus de la hepatitis puede detectarse en la sangre, a través de pruebas de laboratorio.
Hoy es el Día Mundial de la Hepatitis y la OMS recuerda que el reforzamiento de la prevención, la detección temprana y el control de las hepatitis víricas y las enfermedades conexas, es vital para salvar la vida de los pacientes.
En datos...
- Alrededor de 170 millones de personas en el mundo están infectadas con el virus de la hepatitis C.
- Más de 350 mil personas mueren cada año como consecuencia de enfermedades hepáticas relacionadas con la hepatitis C.
- Luego de la infección inicial con el virus de la hepatitis C, cerca del 80% de las personas no manifiestan síntomas.
- Los síntomas de la hepatitis C crónica pueden tardar hasta 30 años en desarrollarse, tiempo durante el cual el daño hepático puede producirse en forma silenciosa.
- Entre el 60 y 70% de las personas con infección crónica, presentan enfermedad hepática crónica.
La prueba a través de la cual se detecta si la sangre está contaminada o no, se empezó a realizar más o menos después de 199, porque antes no existía.
Esto indicaría que aquellas personas que recibieron transfusiones antes, podrían estar en mayor riesgo que el resto, de tener el virus.
El dato hace conveniente que se realicen una prueba para saber si tienen o no, su sangre contaminada.
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