Cada año, la diarrea le cuesta la vida a unos 525.000 niños menores de cinco años en el mundo y en pleno siglo XXI, aún en países como Colombia, su incidencia es de 65,6 personas por cada 1.000 habitantes. Los niños malnutridos o inmunodeprimidos son los que tienen mayor riesgo de enfermedades diarréicas potencialmente mortales, y cifras del Instituto Nacional de Salud muestran que, en promedio, diez niños en Colombia mueren cada año a raíz de EDA (Enfermedad Diarreica Aguda).
La mala calidad del agua favorece la aparición de diarrea persistente (aquel episodio diarreico de más de 14 días) y conlleva a la desnutrición y deshidratación del paciente. Estos síntomas de la deshidratación pueden incluir sed, orinar con menos frecuencia de lo normal, cansancio, resequedad en la boca, mareo o desmayo.
Según la Organización Mundial de la Salud, la diarrea suele ser un síntoma de una infección del tracto digestivo, ocasionada por diversos organismos bacterianos, víricos y parásitos.
“La diarrea no es de hecho una enfermedad, sino un síndrome clínico causado por una variedad de etiologías y caracterizado por la expulsión frecuente de heces blandas o acuosas acompañada a veces de vómitos o de fiebre. Los agentes infecciosos (bacterias, parásitos, virus) causan la gran mayoría de los casos”, explica la doctora Hania Szajewska, científica y profesora del Departamento de Pediatría de la Universidad de Medicina de Varsovia.
“La diarrea es una de las principales causas de mortalidad en Colombia y en el mundo, ya que produce más muertes en la primera infancia después del período neonatal que cualquier otra causa”.
Hay que aclarar, como explica el doctor Eduardo Sagaró, que algunos bebés pueden presentar diarrea intratable grave debida fundamentalmente a defectos congénitos de la digestión y absorción o a una ineficaz maduración del sistema inmune intestinal.
Además de hidratar por vía oral o venosa de acuerdo con el estado del paciente, la doctora Szajewska afirma que existen adyuvantes en el tratamiento de la diarrea a través de los probióticos.
“Los probióticos son microorganismos vivos que, ingeridos en cantidad adecuada, ayudan a equilibrar la población de bacterias en el intestino y a prevenir la expansión de cepas causantes de enfermedades; hay probióticos que han demostrado un buen resultado disminuyendo el tiempo de duración del episodio de diarrea en 24 horas”, dice la científica, quien al respecto, añade:
¿Qué logra el tratamiento con probióticos?
- Puede disminuir la duración de la diarrea hasta dos días. Esto significa que el paciente puede recuperarse más rápido y reducir su tiempo de discapacidad, en el caso de los niños, pueden detener la pérdida de peso al no tener más diarrea y generar un beneficio para la salud.
Además, ayuda a recuperar la integridad de la barrera intestinal y restaurar el equilibrio del microbiota. En el caso de un menor de cinco años 24 horas son vitales. Tanto adultos como niños pueden tener acceso al tratamiento.
¿Qué no se debe hacer cuando hay un cuadro de diarrea?
- Automedicarse, no prestar atención a señales de alarma y no acudir a un profesional de la salud.
¿Cuándo se considera anormal el número de deposiciones y cuál es la principal recomendación?
- Debemos prestar atención cuando hay más tres deposiciones líquidas o poco consistentes o hay más deposiciones por encima de lo habitual en un periodo de 24 horas. En este caso se debe acudir a un profesional de la salud.
¿Qué recomendación se puede dar para prevenir y tratar esta enfermedad en una zona del país como Cartagena, donde muchas personas no tienen acceso a agua potable?
- La calidad del agua es determinante en el incremento de los casos de diarrea, así como el acceso a la vacunación contra rotavirus (uno de los principales causantes de diarrea), el uso de algunos medicamentos como antibióticos, los cambios climáticos que afectan la disponibilidad del agua, las condiciones de higiene deficientes.
La recomendación es ser muy precavidos al momento de consumir agua, debemos asegurarnos de que esta sea potable y mantener condiciones de higiene adecuadas (lavado de manos, manipulación de alimentos). Es importante prestar atención a las señales de alerta.
La diarrea es un síndrome clínico causado por una variedad de etiologías y caracterizado por la expulsión frecuente de heces blandas o acuosas acompañada a veces de vómitos o de fiebre. El rotavirus es uno de los principales causantes de diarrea.
Esta es la segunda mayor causa de muerte de niños menores de cinco años, y ocasiona el deceso de 525.000 niños cada año en el mundo. Los niños malnutridos o inmunodeprimidos son los que tienen más riesgo de enfermedades diarréicas potencialmente mortales.
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