La lactancia materna en cualquier momento de la vida, pero ante todo en emergencias y desastres (terremotos, desplazamientos, hambrunas, enfermedades) es la mejor protección para los bebés ante enfermedades, y para su nutrición.
Nada la reemplaza y nada protege el sistema inmune del bebé como la leche materna. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), si todos los niños fueran amamantados, cada año se salvarían unas 820.000 vidas infantiles. Sumado a todo ello, la lactancia es gratuita y está disponible.
El calostro contiene una sustancia llamada Inmunoglobulina A secretora, la cual forma una capa protectora sobre las membranas mucosas de los intestinos, nariz y garganta del bebé, precisamente las partes más susceptibles a virus, bacterias e infecciones.
Lactar al bebé de manera exclusiva desde la primera hora del nacimiento y hasta los seis meses, es la ambiciosa meta que se encuentra con muchos obstáculos en el camino: separación de la madre y el niño en el servicio de salud; dificultades para la instauración de la lactancia: dolor, mal agarre del pezón, cansancio; trabajo informal de la madre que la aleja del bebé, poco apoyo de la red familiar y de su empresa, entre otros.
Pero “no hay mal que por bien no venga y este es un momento para fortalecer y afianzar lazos familiares, amamantar no es solo de la mujer, sino de toda la familia. Muchas mamás no han podido amamantar exclusivamente por cuestiones de trabajo y ahora que están en casa es una oportunidad para hacerlo. Esperamos que la cuarentena sea un espacio en el que se aumenten los indicadores de lactancia”, explica el pediatra, epidemiólogo y especialista en lactancia materna, Álvaro Duarte.
Un bebé que recibe de manera exclusiva y adecuada leche materna, es muy poco probable que se desnutra. La OMS también asegura que el 45% de las muertes de los niños se asocian con desnutrición.
La OMS asegura que la lactancia contiene los anticuerpos que protegen a los bebés de las enfermedades frecuentes en la infancia como la Infección Respiratoria Aguda (IRA) y la Enfermedad Diarreica Aguda (EDA), que son a su vez las dos principales causas de mortalidad infantil. En Colombia, la IRA tiene una tasa de mortalidad de 14,8 bebés por cada 100 mil nacidos y la EDA 4,06 por cada 100 mil.
Además, la lactancia es el momento de crear el vínculo amoroso, de protección y cuidado más grande del bebé con la madre y con quienes lo cuidan: padre, abuelos, hermanos. La cuarentena es un periodo precioso, que en este momento obligatorio para todos, abre las puertas para la bienvenida del bebé.
La cuarentena es la oportunidad para que la lactancia del recién nacido se instaure y se quede en casa hasta los 6 meses de manera exclusiva.
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