La lactancia prepara a los niños para el mundo

La sociedad hoy en día le exige a las mujeres que estén delgadas, con buen cuerpo y senos grandes. La madre moderna no quiere perder eso además trabajan y se mantiene ocupada y como consecuencia se están cansando muy rápido de dar leche materna. A eso se suma otras creencias contra las que tienen que luchar los especialistas de la salud encargados de promover los beneficios de la lactancia, como que la leche materna es muy clarita y no tiene los nutrientes necesarios o que no es suficiente para llenar al bebé. Todas estas son creencias sin fundamento según la psicóloga del área de prevención y promoción de Coomeva, Claudia Pulgar. “A las madres hay que enseñarles que no van a perder su figura. Por el contrario, le puede ayudar a mantenerse delgadas y de todas maneras, dé o no leche materna, los senos van a quedar con cierto grado de flacidez porque ya se han cargado y cuando la leche materna se reabsorba va a cambiar la consistencia del seno”, explica la psicóloga. Según la UNICEF y la Organización Mundial de la salud, que desde hace algunos años adelantan la Estrategia mundial para la alimentación del lactante y del niño pequeño, la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida del niño le aporta los nutrientes, anticuerpos, hormonas, factores inmunitarios y antioxidantes que necesita para sobrevivir. Nayruth Noriega Villadiego, Coordinadora de Promoción y Promoción de Coomeva señala que “la leche materna tiene una superioridad nutricional, ninguna de las leches que se encuentran actualmente en el mercado es tan completa como la materna. Estos nutrientes le van a servir para el crecimiento, desarrollo, lenguaje y la parte afectiva ya que los tiene en la cantidad necesaria”. A partir de los seis meses la lactancia materna debe ir acompañada de alimentación complementaria hasta los dos años. Es importante que las madres sepan que los días después del parto la primera leche que produce es el calostro. Esta leche protege a los bebés de las infecciones, enfermedades y es un laxante natural para el recién nacido. Para garantizar que el bebé tome la leche suficiente tanto la madre como el hijo deben estar cómodos y en la posición correcta (ver recuadro). “Hay madres que dicen que el bebé no se llena con la leche materna. Eso sucede cuando sólo se le da la leche del inicio que contiene sólo agua y azúcar, el bebé la digiere mucho más rápido y va a sentir hambre más rápido. Si se desocupa todo el seno, el se va a sentir lleno y satisfecho”, comenta Noriega Villadiego. Beneficios emocionales La psicóloga Claudia Pulgar dice que desde el punto de vista emocional el principal beneficio de la lactancia sería el vínculo afectivo que se forma entre la madre y el hijo, ese vínculo refuerza la seguridad del niño y está relacionado con la parte motora. También es benéfico para la madre ya que reduce las probabilidades de sufrir de depresión pos parto. “Cuando el niño está 9 meses en el vientre de la madre hay un vínculo directo, él percibe los diferentes estados de ánimo de la madre. Cuando el niño llega al mundo quiere tener las mismas vivencias que ha tenido durante los 9 meses y eso lo brinda la lactancia materna. La madre se convierte en un apoyo para conocer las nuevas experiencias y le brinda la seguridad que le ayudará más adelante en el desarrollo de su personalidad”, explica Pulgar. También evita la frustración ya que los bebés no entienden que tienen que esperar a que esté listo un biberón, mientras que el seno esta disponible en cualquier momento. Según la psicóloga la preparación es lo más importante “las madres deben prepararse para ese momento, pero hoy en día las mamitas están manejando la lactancia como un compromiso, lo hacen muy rápido y probablemente en cualquier lugar, pero si lo hicieran bien si se prepararan para ese momento sería un ejercicio de relajación para ambos”. El momento es propicio no sólo para darle al niño los nutrientes que necesita para su crecimiento, sino para trasmitir el afecto que le va a proporcionar al niño un desarrollo ideal. “Por eso el acto debe ser de entrega mutua: yo te acaricio, te hablo y eso va desarrollando la parte motora del niño, en la medida en que su madre lo acaricia él reconoce las sensaciones en cada parte de su cuerpo”, señala la psicóloga. Incluir al padre Cuando en la familia hay una madre lactando cambia toda la dinámica, la madre debe dedicarle más tiempo al bebé por lo que el padre puede sentirse desplazado. Para evitar esto la psicóloga recomienda que participe de esos momentos junto a la madre, “puede sentarse junto a ellos, hablarle o cantarle al bebé y acariciarlo. En esos momentos el bebé va reconociendo que no solamente son la madre y él, se va dando cuenta que hay otras personas vinculadas. También puede consentir a la madre para que la tranquilidad de ella se trasmita al bebé”, indica la psicóloga.