Colombia es sede de uno de los eventos más importantes para evaluar la alimentación de los niños. Se trata de Congreso Internacional de Nutrición Pediátrica; evento que organiza la Universidad de La Sabana y que reúne a la industria, la comunidad científica y el Gobierno Nacional en torno a un objetivo: construir una nueva política pública para alimentar mejor a los infantes.
Una de las principales preocupaciones de los expertos médicos es la creciente tasa de obesidad entre la población infantil que se presenta en casi todo el mundo. Es más, en nuestro país, según cifras presentadas en dicho Congreso, el 25% de los niños tiene problemas de sobrepeso, lo que le quita brillo al logro contra la desnutrición infantil, que se redujo en un 17% en los últimos cinco años.
Las cifras tienen más aristas que fueron analizadas y que son foco del debate. Por ejemplo, los expertos advierten sobre los efectos y la manera en cómo las madres gestantes se están alimentando y cómo esto puede ser un factor clave a la hora de incidir en si el niño sufrirá de sobrepeso o no.
Esto quiere decir que la nutrición durante la gestación e, incluso, la nutrición de la mujer en toda su edad fértil, son procesos a observar, con el fin de prevenir la distorsión metabólica que finalmente ocasiona la obesidad en sus bebés.
Este Congreso reunió a expertos en la materia de países como España, Venezuela, México y Colombia, quienes debatieron sobre los efectos del consumo de sal, azúcar y grasas en las mujeres que están en embarazo.
María Consuelo Tarazona, pediatra y nutrióloga con maestría en alimentación infantil e investigadora de la Universidad de La Sabana, aseguró que Colombia está trabajando mucho para erradicar la obesidad, pues reconoció que hay iniciativas interesantes desde el Gobierno y desde sectores de la industria, pero advirtió que no se ha mirado que el origen real del problema puede estar en la vida intrauterina o inclusive antes.
Como dato adicional, la experta aseguró que el sabor amargo de la leche materna puede estimular a los niños para que cuando crezcan, tengan un gusto especial por las verduras, así como puede regular niveles de apetito y saciedad y el proceso metabólico de grasas y carbohidratos. Por eso enfatizó en que hay que mejorar la duración de la lactancia materna y dejarla mínimo en seis meses.
“Los niños que nacen desnutridos o prematuros tienen una predisposición a ser obesos después. Eso pasa porque al estar restringidos en la barriguita de la mamá, posteriormente van a hacer más demandas y más depósito de calorías, convertidos luego en tejido adiposo”, explicó.
EL PANORAMA EN COLOMBIA
Los expertos coincidieron en afirmar que las ciudades capitales son las más afectadas por la obesidad, también que antes se pensaba que en los estratos sociales bajos era mayor el problema de la alimentación inadecuada, pero que ahora pasa en todos los estratos. Igualmente, señalaron que la comida en desproporción y en desbalance a edades no oportunas hace que el fenómeno se incremente.
“En regiones específicas como la Costa Caribe o la de los Llanos Orientales tienen una cultura nutricional que los está llevando a la obesidad”, indicó Tarazona.
Asimismo, explicaron que las costumbres alimenticias no tienen que ver con pobreza, ni tienen que ver con falta de recursos, porque las fuentes naturales de alimentación son numerosas, pero hay desconocimiento e ignorancia sobre cómo utilizar esos nutrientes de forma adecuada, sobre todo, para la primera infancia.
Aunque hay pocos datos consolidados aparte de los que arrojó la última encuesta Ensin* de salud nutricional, hecha en el 2010, hubo consenso en que hay que erradicar la obesidad en los niños de todas las regiones del país, con programas que empiecen desde cuando están en las barrigas de las mamás.
“No hay alimentos ni buenos ni malos, creo que hay una gama de alternativas, pero estamos hablando de población que no tiene elementos de juicio para elegir qué se come. Es por eso que los adultos deberíamos ponernos la mano en la conciencia y aprender sobre qué es lo que necesitan los niños”, explicó.
¿SITUACIÓN ALARMANTE?
Para Mónica Avellaneda, coordinadora nutricional de la Clínica de la Universidad de La Sabana, la obesidad en niños se ha empezado a incrementar de una forma alarmante, tanto en los países desarrollados como en los que están en proceso de desarrollo.
La especialista aseguró que antes los médicos hablaban de enfermedades crónicas casi siempre en la edad adulta, pero ahora afecciones de hipertensión, cardiovasculares y diabetes, son más recurrentes en menores de cinco años.
En ese sentido, Avellaneda recordó un informe que hizo la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el 2010, en el que se asegura que 42 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso. Esa es una cifra alarmante y hay que prestarle atención: “Hay que pensar que el problema de la obesidad no se puede atender desde el nacimiento, si no desde antes, todos los factores en el periodo de gestación ya están influyendo y eso va a determinar más adelante el estado nutricional y de salud del niño”.
La experta dijo que es diferente la evolución nutricional del bebé cuando la mamá que queda en embarazo está en un estado normal de peso, y otra cosa cuando la madre tiene problemas de obesidad; en estas últimas hay un factor de riesgo para que cuando ese bebé nazca, tenga tendencia a sufrir de lo mismo.
HAY QUE ACTUAR…
Para evitar que los casos de obesidad infantil en menores de cinco años sigan creciendo, los expertos propusieron una solución concreta y que consideran fácil de cumplir: llevar un embarazo sano en alimentación. También, garantizarles a los bebés que, por lo menos, recibirá seis meses de pura lactancia materna, sin la inclusión de otros alimentos.
Además, aseguraron que si las madres ponen a sus hijos de menos de dos años a tomar bebidas endulzadas, o solo las de dentro de su biberón, probablemente se acostumbrarán a eso, lo que afectará su sano crecimiento. “Sería mejor si metiéramos el hombro en la forma como inicia la alimentación cualquier ser humano. También habría que fortalecer desde el Gobierno la forma como se lleva el control prenatal y se hace el seguimiento nutricional de la mujer durante la gestación”, dijo Tarazona.
En segundo lugar, Avellaneda también sostuvo que al bebé hay que garantizarle la lactancia, incluso garantizando fuentes apropiadas en casos en que la madre muere; “tendríamos que tener una alternativa para darle lecha materna, así no sea de la propia madre”.
*OBESIDAD EN CIFRAS
La última Encuesta Nacional de Salud (Ensin 2010) arrojó cifras que mostraban un incremento en el índice de la tasa de obesidad en general; así mismo reveló datos sobre cómo está el fenómeno de obesidad y sobrepeso en menores de cinco años en el país.
En dicha medición se encontró que hay mayor frecuencia de obesidad o sobrepeso en los hijos mayores y con madres de más nivel educativo, así como en niveles por encima de 4 en el Sisbén.
También mostró que las regiones con mayores índices de obesidad son Barranquilla (7,5%), San Andrés (7,9%) y Valle del Cauca (8,2%).
En cuanto a las mujeres en edad fértil, se encontró que el 21% padece de obesidad, el 35% de sobrepeso y el 62% de obesidad abdominal.
El Ensin también arrojó que las mujeres embarazadas en ese momento estaban con muestras de obesidad el 9,8% y el 24,8% con sobrepeso.
Respecto a las cifras sobre lactancia materna, la medición reveló que en la región Caribe se da la duración más corta de lactancia materna exclusiva, ya que es de 1,8 meses en promedio. Igualmente, el 36% de los bebes en esta región inician su vida con alimentos distintos a la leche materna.
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