Las personas que tienen enfermedades cardiovasculares que limitan su funcionalidad, como una falla cardiaca, pueden tener más fácilmente síntomas depresivos y llegar a constituir ciertos trastornos psiquiátricos. El doctor José Manuel Santacruz Escudero, presidente de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, dice que “las enfermedades psiquiátricas como la depresión o los trastornos de ansiedad, evidentemente favorecen la aparición de enfermedades cardiovasculares. Y en dirección contraria, las enfermedades cardiovasculares se relacionan a su vez con una mayor probabilidad de tener enfermedades psiquiátricas”.
El estudio científico ‘Depression and cardiovascular disease’ halló que la prevalencia de depresión en pacientes con ECV es 2 veces mayor que en la población general. En los pacientes con depresión se incrementa el riesgo en al menos 1,5 veces de enfermedad coronaria comparado con personas sanas, además, tienen 2,7 veces más probabilidades de morir por enfermedad isquémica coronaria.
Santacruz Escudero, quien además es profesor de medicina de la Universidad Javeriana, explica que esta es una relación “de ida y vuelta”. Además añade:
¿Por qué creen que se da esta peligrosa relación?
- Antes entrar a hablar de eso, yo quisiera dejar claro que una cosa es la salud mental y otra cosa es la enfermedad mental. Digamos que no todo aquel que sufre una enfermedad mental tiene necesariamente un problema de salud mental, es decir, la salud mental es como un estado de bienestar global, de bienestar integral, en el que las personas tienen todas las características a favor para poder desempeñarse bien, trabajar bien, relacionarse bien, dar como la mejor versión de sí mismos.
Dentro de los problemas de salud mental encontramos muchas cosas que no son necesariamente enfermedades, por ejemplo: no poder tener un buen espacio de desempeño familiar, tener factores estresantes que no lo hagan a uno estar enfermo psiquiátricamente, pero sí estar bajo constante estrés; eso puede generar cambios en uno, sin que haya una enfermedad mental.
Estas situaciones de mucho estrés probablemente facilitan tener enfermedades cardiovasculares, enfermedades psiquiátricas como la depresión o los trastornos de ansiedad, y cosas de este estilo. Y ahora, al revés, las enfermedades cardiovasculares se relacionan a su vez con una mayor probabilidad de tener enfermedades psiquiátricas. En este grupo de enfermedades psiquiátricas lo más frecuente es encontrar una relación con la depresión. Entonces las personas que tienen enfermedades cardiovasculares que limitan su funcionalidad, como una falla cardÍaca, por ejemplo, pueden tener más fácilmente síntomas depresivos y llegar a constituir como tales, trastornos psiquiátricos como la depresión.
Por su parte, Roberto Amón, médico psiquiatra y director médico del portal especializado en Psiquiatría y Salud Mental iPsiquiatria.com, asegura que “un buen manejo de toda enfermedad debe tener presente más allá de lo fisiológico, otras dimensiones fundamentales de la persona como la salud mental, e incluso espiritual”.
Dentro de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para la prevención de la enfermedad cardiovascular, hay muchas que tienen que ver con salud mental y con el cerebro.
Tener conductas de autocuidado saludables, más allá de la dieta y ejercicios, limitar el consumo de alcohol, no fumar, ni usar drogas, fortalecer las redes familiares, de amigos y apoyo, participar de un colectivo con valores positivos, es fundamental para la salud mental.
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