En los escenarios habituales de desarrollo e interacción del ser humano existen alrededor de 5 billones de gérmenes que pueden penetrar las defensas del organismo, atacar los sistemas y causar serias enfermedades, según los últimos análisis científicos.
El sistema inmune conformado por defensas de tipo natural y artificial, es el que contrarresta esos ataques, debido a la multiplicación constante de los leucocitos o los glóbulos blancos que determinan cuándo, dónde, cómo y hasta en qué medida deben actuar las defensas corporales.
Al respecto, la médica Martha Isabel Álvarez, señala que “un sistema inmune sano ayuda a superar desde un resfriado común hasta una neumonía. Sin embargo, cuando el sistema inmune no funciona bien, la resistencia a infecciones disminuye peligrosamente”.
Es por ello que existen 12 señales claras para detectar cuándo el cuerpo humano carece de buenas defensas y así mismo enseña cómo poder detectar a tiempo la insuficiencia de las mismas.
Infecciones relacionadas
En primera medida las señales se refieren a las infecciones de oído, las cuales según Álvarez son muy comunes bien sea por falta de controles o por la incrustación inadecuada de objetos para su limpieza. “Cuando hay otitis se debe tener cuidado que no supuren o expulsen materia”.
Así mismo, señala que el sufrir más de dos veces al año la famosa sinusitis es sinónimo de carencia de defensas en el cuerpo humano.
Sumado a las anteriores explicaciones, la médica Yolanda Caicedo añade que las personas que las padecen sufren infecciones recurrentes, debilitantes y crónicas, además de algunas manifestaciones como autoinmunidad e inflamación persistente.
“Esto se da porque sus sistemas de defensa no pueden luchar contra las infecciones y no pueden controlar la activación de éste”, afirma y añade que esto es algo que usualmente no representa un problema serio para las personas que tienen sistemas inmunes sanos.
En otras palabras la recurrencia de estas infecciones se traduce en múltiples visitas al médico, hospitalizaciones continuas y tratamientos fallidos, además de frustración y zozobra de la persona que las padece o de los padres cuando se trata de un niño.
Cuando las familias y los médicos desconocen que la verdadera causa de todos estos problemas de salud es una alteración de base en el sistema inmune, siguen tratando solamente los síntomas en vez de tratar la verdadera causa.
Al respecto, José Luis Franco aconseja que para prevenir el debilitamiento del sistema inmunológico es necesario que los niveles emocionales estén siempre altos; que no se descuiden los nutrientes alimenticios y que se tenga especial cuidado con las enfermedades inflamatorias intestinales.
Doce señales
- Ocho o más infecciones de oído (otitis) que se presenten en un año y que supuren.
- Dos o más infecciones de sinusitis en un año.
- Dos o más infecciones en los pulmones (neumonía) en un año.
- Dos o más infecciones graves causadas por gérmenes poco comunes.
- Dos o más meses tomando antibióticos con pocos resultados.
- Aparición de secuelas y/o complicaciones debidas a las infecciones.
- Los niños no aumentan de peso ni crecen normalmente.
- Abscesos recurrentes en la piel.
- Manchas blancas persistentes en la boca o en la piel.
- Necesidad de antibióticos intravenosos para aliviar las infecciones.
- Complicaciones secundarias a la aplicación de vacunas.
- Antecedentes familiares de infecciones recurrentes, inmunodeficiencias o muertes tempranas por causas desconocidas o infecciosas.
- Brócoli.
- Coliflor.
- Nabo.
- Rábano.
- Té verde.
- Jugo de zanahoria.
- Té de ginseng.
- Miel de abejas.
- Plátano verde.
- Evitar comidas grasas y azúcares refinados.
- Consumir entre 10 y 12 vasos de agua por día para estimular el sistema inmunitario y expulsar las toxinas.
- Hacer ejercicio diariamente por 30 minutos junto a una respiración profunda y ejercicios de relajación.
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