La Organización Mundial de la Salud señala que la esperanza de vida en el país de población más longeva es 33 años superior a la del país que ocupa el último puesto en la lista. Hablamos, en su orden, de Japón (donde los habitantes llegan a los 86 años), en comparación con el Reino de Lesoto, al sur de África, donde la gente en promedio vive 53 años nada más.
Además de la pobreza y la desigualdad, los hábitos influyen en la longevidad y la calidad de vida de las personas del mundo. Si esto no fuera así, Estados Unidos, por ejemplo, no estaría fuera de los 10 países más longevos (está en el puesto 20).
“Paralelamente, el aumento de la prosperidad en todo el mundo, los cambios en los hábitos y la alimentación y la urbanización rápida y no planificada han traído consigo nuevas amenazas para la salud”, dice el informe de la OMS.
Entre las llamadas Enfermedades No Trasmisibles (ENT) o crónicas, están la obesidad, la diabetes mellitus, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión, los accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer. En el mundo, son causas cada vez más importantes de discapacidad y muerte prematura en los países tanto en desarrollo como recién desarrollados.
Actividad física:
La actividad física abarca el ejercicio, pero también otras actividades que entrañan movimiento corporal. Se deben practicar al menos 150 minutos a la semana para reducir el riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer de mama y de colon, depresión y caídas. “Además, hacer ejercicio te ayudará a liberar endorfinas, a ver la vida de otra manera y a tener una mejor autoestima”, complementa el doctor Aldo De La Barrera.
Las guías de alimentación saludable determinan que las hortalizas, frutas, carnes, nueces, harinas y granos se agrupan según su aporte nutritivo característico, y deben consumirse en una cantidad determinada a lo largo de la semana, para conseguir una dieta equilibrada. Las grasas saturadas y azúcares refinados no son recomendados.
Descansar, y más que todo dormir bien, es uno de los tres pilares de la buena salud junto con una dieta equilibrada y el ejercicio regular. Estudios señalan que las personas con un sueño profundo y sin interrupciones experimentan sufren menos de hipertensión arterial, diabetes y obesidad.
El manual de capacitación a familias de la Organización Panamericana de la Salud dice que la práctica de adecuados hábitos de higiene permite comunidades más saludables, pues va ligado a la prevención de las enfermedades por saneamiento como la diarrea, el cólera, los parásitos intestinales, el paludismo, el tracoma (una infección de los ojos), fiebre tifoidea, entre otras.
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