Salud


Por falta de medicinas, paciente con cáncer empeora

Eduardo Moreno denunció que su EPS, Comfamiliar, no le ha entregado desde hace meses las medicinas que necesita para recuperarse y para el dolor. Tiene tutela e incidente de desacato.

Desde diciembre de 2018 la salud de Eduardo Moreno Miranda se ha deteriorado poco a poco por falta de unos medicamentos para tratar su cáncer de próstata. Ya le cuesta caminar, así que no lo hace. Su esposa y sus hijas lo ayudan a bañarse y a otras actividades de aseo diaria porque el tumor le ha crecido y las piernas se le han hinchado.

Mientras se acomodaba en su cama con la poca ropa que puede tener, explicó que desde que le detectaron el tumor maligno, en julio de 2016, ha sido una lucha constante con su EPS Comfamiliar.

“Me mandaron varios medicamentos, entre esos una inyección que me deben realizar cada mes y otra cada seis meses, pero que en varias ocasiones me ha tocado pagarla por casi $2 millones. Tengo una acción de tutela y un desacato a mi favor, pero hacen caso omiso”, relató desesperado el hombre de 67 años.

Su esposa es quien lo acompaña a las citas médicas y quien averigua en la EPS cada vez que tiene que buscar el medicamento, pero a veces gasta dinero en transporte porque le dicen que los documentos no están completos.

La descripción del caso de Eduardo, según historia médica de octubre de 2018 señala: “Paciente con cáncer de próstata resistente a la castración metastásico; se considera iniciar tratamiento con una Enzalutamida tableta 40 miligramos (4 al día; 160 mg) por tres meses - 360 tabletas”.

Además le añaden Denosumab ampolla de 120 miligramos al mes, por tres meses, tres ampollas; y calcio más vitamina D en tableta con una al día por tres meses para un total de 90 tabletas.

Finalmente le mandan una valoración por cuidados paliativos en tres meses que se cumplirían este enero.

“En diciembre fui a una cita médica, me dijeron que me comenzarían las quimioterapias pero yo no quiero porque la enfermedad me ha dado poco apetito, ya no puedo caminar ni hacer nada. Con eso me pondré peor”, relató Moreno Miranda.

Según los familiares del paciente, las ampollas son las que tardan en entregarle y las pastillas diarias, sin embargo el calcio y la vitamina D se describen como medicamentos no POS.

Una de las inyecciones que le corresponden al tratamiento se la deben aplicar hoy y sus familiares deben buscarla en la EPS para reclamarla, pero dudan que se las entreguen y temen que empeore su estado de salud porque el tratamiento no se ha hecho constantemente.

Incluso, últimamente como permanece todo el tiempo en la cama, le ha aparecido un brote en la espalda que no le permite estar con ropa mucho tiempo.

“Tienen a mi papá bailando el indio, primero le dicen que vaya por las medicinas, autorizamos los papeles, buscamos todo y al final dicen que está mal”, dijo una de sus hijas mientras le acomodaba la sábana en la cama.

Sobre el cáncer

Según el Ministerio de Salud, en nuestro país uno de cada tres hombres mayores de 50 años padece de cáncer de próstata. Este consiste en el crecimiento maligno de la glándula prostática, la cual está rodeando la uretra, por debajo de la vejiga y por delante del recto. En fases avanzadas las células cancerosas se diseminan a sitios distantes a través de los vasos linfáticos y sanguíneos con la capacidad de invadir otros órganos. Es, además, el más común en los hombres, constituye la segunda causa de mortalidad por cáncer en población masculina y su aparición está directamente relacionada con la edad; a mayor edad, mayor riesgo de padecer este cáncer.

Entre los signos y síntomas de este se encuentran la dificultad para orinar, sangre en la orina o en el semen y dolor al eyacular u orinar. Es importante para la detección temprana, el examen del antígeno prostático (PSA) y el tacto rectal, en hombres mayores de 50 años.

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