Cuando salimos al sol, a veces permitimos largas exposiciones que pueden llevar a procesos de quemaduras, por eso, la dermatóloga Ángela María Londoño dice que es muy importante que tengamos en cuenta:
1. Un tipo de exposición intensa en una semana o 3 días, puede ocasionar más daño que cuando nos exponemos al sol diariamente, por ejemplo en actividades deportivas.
2. La protección solar es necesaria (para eso fue creada). En ciudades como Medellín, se recomiendan los bloqueadores con protección mayor de 30, pero idealmente se deben usar mayor a 50 FPS.
3. No tomar el sol entre las 10 a.m y las 3 de la tarde, pues a estas horas los rayos caen perpendicularmente a la tierra y tenemos más posibilidades de quemaduras.
4. El protector se deberá estar retocando cada 2 horas porque su efecto no dura más tiempo. Además, si se está practicando algún tipo de actividad deportiva, que lleve a sudor, es aún más importante reaplicar esta crema o spray.
5. Las medidas físicas también son importantes. Además del protector solar, puede hacerse uso de gorras y camisas adecuadas. En playa, hay ropa especial para bañarse, que brinda protección adecuada al cuerpo a la hora de recibir el sol.
El doctor Manuel Bueno, describe las quemaduras solares como “una reacción aguda provocada por la luz en la piel normal. También se la conoce como dermatitis solaris o dermatitis solar y está producida por la radiación UVB”.
Recordemos que hay pieles más delicadas que otras, entre ellas la considerada ‘piel sensible’, que presenta alta intolerancia a factores externos o incluso a productos tópicos.
Estas personas deben cuidarse en extremo del sol, y evitar ciertos tipos de detergentes o cremas, pues pueden presentar brotes o quemaduras solares de importancia.
Los principales tipos de cáncer de piel son carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular y melanoma.
Hipótesis que no son aún probadas, sugieren que las personas negras tienen mayor resistencia al sol, en comparación a los caucásicos, y estos a su vez, tienen mayor resistencia que los asiáticos.
Otro caso es el de las personas fotosensibles, que al tener compromiso del sistema inmunitario, pueden sufrir de enfermedades autoinmunes, tales como el lupus eritematoso y la artritis reumatoidea. Estudios dicen que la susceptibilidad para desarrollar fotosensibilidad, varía ampliamente entre las personas. Incluso, quienes la han padecido en una oportunidad, no necesariamente la repiten en similares condiciones de exposición.
Aunque no creamos que es cierto, se calcula que con la reducción de la capa de ozono podrá incrementarse en 5% el número personas con cáncer de piel, pero el uso de una buena protección disminuye el riesgo en 80 %.
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