Salud


Taekwondo: fortaleza mental para su hijo

Un deporte que va más allá de enseñar artes marciales. Consta de una preparación física y mental en la que se tienen bases de cortesía, integridad, perseverancia, autocontrol y coraje.

El taekwondo es descrito como un arte marcial coreano joven, del que no se tiene claro el origen. Lo que es cierto es que se ha ido forjando y transmitiendo internacionalmente hasta ser uno de los más practicados en este planeta. 80 millones de personas practicaban taekwondo en 2016. Es un deporte olímpico de artes marciales originario de Corea, el cual se sustenta en un combate que utiliza únicamente los pies, las manos y otras partes del cuerpo, sin usar armas, lo que lo hace más competitivo por la rapidez y precisión. ‘Taekwondo’ traduciría algo así como “camino del pie y de la mano.

“A los estudiantes de taekwondo se les enseña a tener una conducta disciplinaria durante los periodos de formación, entrenamiento o competición, los atletas deben hacer reverencia a su instructor antes de iniciar el entrenamiento, saludar a sus compañeros, recitar los principios básicos, así como meditar unos minutos sentados con las piernas cruzadas y hacer reverencia a la bandera cuando terminen el entrenamiento”, dice Irma Gómez, taekwondoga y docente del programa de entrenamiento Deportivo de Areandina sede Valledupar. Es interesante que a pesar de ser un deporte de combate y de defensa personal, no promueve la agresión o la violencia, es una disciplina que va mucho más allá de lanzar patadas, lo que lleva a que los niños tengan una evolución en su escuela y su entorno familiar, dado que se les inculca como principio fundamental el respeto y la disciplina. Jóvenes y adultos también pueden practicarlo sin ningún problema.

“Esta es una gran alternativa, no solo para niños que pueden llegar a ser desobedientes o desordenados, sino también para niños introvertidos, dado que los entrenamientos se dan en equipo y en los combates de práctica se rotan entre sus compañeros, logrando que ellos tengan un mayor acercamiento y comunicación con otros niños de sus edades, forjar grandes amistades desde esta disciplina deportiva”, continúa Gómez.

Beneficios físicos:

- Ayuda a mejorar la fuerza, flexibilidad y velocidad.

Para la personalidad:

- Enseña a los deportistas a desarrollar habilidades de concentración, autocontrol, perseverancia, confianza, la lealtad y respeto hacia los demás.

“Es una alternativa fabulosa para fomentar el equilibrio, la coordinación y flexibilidad en los niños, así como fortalecer significativamente la autoestima, el desarrollo de la personalidad, pero sobre todo, incentivar el respeto, la educación y la disciplina; valores necesarios e imprescindibles en la formación desde la niñez”, finaliza la docente Irma Gómez. ¿Te gustaría recibir en tu celular las noticias más importantes del día? Da clic aquí y escríbenos a Whatsapp.

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