Tratamiento promete ser el inicio del fin de la hepatitis C

Un nuevo tratamiento contra la hepatitis C está demostrando que es efectivo hasta en el 80 por ciento de los casos. La fórmula se encontró en añadirle a los medicamentos tradicionales, interferón pegilado y la ribavirina, un antiviral denominado telaprevir o boceprevir.
El telaprevir pertenece a una clase de medicamentos llamados inhibidores de la proteasa, una enzima que requiere el virus de la hepatitis C para reproducirse. Lo que hace el antiviral es ponerse en el lugar de la proteasa para que el virus no pueda expandirse, y desaparezca a futuro.
El tratamiento aplicado a los pacientes con hepatitis C en los últimos 10 años solo usaba el interferón pegilado y la ribavirina, duraba un año y se curaba un 40 % de los pacientes. Con el nuevo tratamiento triple, se dobla la efectividad y en algunos casos la exposición a los fármacos dura tan solo seis meses.
Como sucede con varios medicamentos, el telaprevir puede ocasionar efectos secundarios en el sistema osteomuscular, hematopoyético y en la piel. Sin embargo, el hepatólogo de la Fundación Santa Fe, Víctor Idrovo, explicó que la nueva molécula es suficientemente tolerable como para continuar con el tratamiento hasta que desparezca el virus de la hepatitis C.
ENFERMEDAD QUE MATA LENTAMENTE
El problema de esta enfermedad es que avanza de forma silenciosa y puede durar sin producir síntomas durante 20 ó 30 años. Sin embargo, una vez instalada genera en un 80 % de los pacientes inflamación en el hígado, que puede terminar en una cirrosis o incluso un cáncer hepático
Idrovo explica que en la mayoría de pacientes se detecta la hepatitis C cuando acuden al centro médico para donar órganos o para aplicar a un seguro médico y en el examen de diagnóstico les aparece que tienen el virus.
La principal causa de infección en Colombia es la trasfusión sanguínea especialmente la realizada antes de 1994, porque los bancos de sangre no contaban con los métodos para detectar el virus de la hepatitis C. Hoy cualquier laboratorio puede hacer las pruebas para medir los anticuerpos del virus.
Sin embargo, las personas que se inyectan drogas y comparten agujas están en alto riesgo de contraer la enfermedad. A este grupo se suman aquellos que se han realizado tatuajes y piercings sin las condiciones de higiene necesarias.
En el 70 % de los casos la hepatitis C se convierte en una enfermedad crónica, aunque los pacientes convivan con ella sin sentirla mientras avanza. De hecho, es la principal causante de trasplante de hígado porque este órgano deja de funcionar con el tiempo y pone en riesgo la vida de la persona.
Según el jefe de servicio de la unidad de hepatología de la Fundación Cardioinfantil, Claudino Botero, una vez se hace el trasplante de hígado, se corre el riesgo de que el virus vuelva a dañar el nuevo órgano a largo plazo.
En estos casos, los pacientes deben recibir el tratamiento combinado entre de interferón pegilado y la ribavirina para mantener controlado el virus. Sin embargo, Botero manifestó que en unos años se espera que se pueda usar la terapia triple para que estos pacientes puedan superar la enfermedad.
Cifras de la Organización Mundial para la Salud estiman que en el mundo hay 170 millones de personas con el virus de la hepatitis C. Aunque en Colombia se desconoce la cifra exacta de pacientes, el país es considerado de prevalencia baja con un registro de 150 mil a 200 mil contagiados, en su mayoría con el genotipo 1 de la enfermedad, el más resistente al tratamiento.
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