Un trabajador sano produce más y mejor

Pausas laborales, ambiente propicio, herramientas, comodidad y hasta capacitación en primeros auxilios, son algunas de las cosas que debe tener cada trabajador para prevenir enfermedades de trabajo y por supuesto laborar con calidad.
Todo esto sólo se logra cuando se tiene la orientación de una persona con licencia en Salud Ocupacional, la cual está encargada de elaborar programas de esta área de acuerdo a los riesgos a los que se exponen los trabajadores de cualquier empresa dependiendo sus labores.
Aunque en el pasado seguramente la salud y la seguridad en el trabajo no tenían mucha importancia, hoy las empresas pueden entrar en ‘banca rota’ por las millonarias demandas que puede llegar a pagar si no cumple con la cierta normatividad.
Pese a ello, todavía muchas empresas no comprenden que por pequeñas que sean deben cuidar su mejor recurso, el humano.
“La salud ocupacional es muy importante en todas las empresas sean públicas o privadas, grandes o pequeñas; además de que por ley se debe cumplir con ciertos parámetros de salud en el trabajo, las empresas no sólo tendrán un mejor ambiente laboral, sino que se verá reflejada en mayor productividad, bienestar integral de las personas y hasta satisfacción profesional”, afirmó Lillyam Gómez Castillo, médica especializada en Salud Ocupacional.
Pero la seguridad en el trabajo no es una cuestión que se inventa ni es esquemática e igual para todas las empresas.
“Todo trabajo tiene un riesgo así se trabaje con industria, en un hospital u oficina; a través de la salud ocupacional se crean programas y estrategias permanentes que deben ir acordes a la labor que desempeña cada trabajador, buscando evitarles accidentes y enfermedades laborales que le cuesten al trabajador y por supuesto a la empresa”, dijo la Gómez Castillo.
“Para la empresa debe ser importante que el trabajador ingrese bien, que mantenga su bienestar y que salga mejor”, agregó.
Según la Especialista en Salud Ocupacional, los beneficios de la empresa son muchos.
“Al brindar a los trabajadores bienestar, salud y alegría de trabajar, las empresas reciben como beneficio que una persona sana produce más, tiene más ganas de trabajar, rinde más y es eso lo que en realidad las empresas quieren; aunque en ocasiones la salud ocupacional es algo intangible porque la inversión no se ve en los indicadores de cantidad, el beneficio es no que no hay pérdidas sino ganancias en todos los campos”, señaló.
Con personas idóneas
Muchas empresas tienen su oficina de Salud Ocupacional pero quienes están al frente no son personas idóneas para desempeñarse en el cargo.
Al menos una persona que tenga licencia para trabajar en Salud Ocupacional, debe haber en una empresa y que se encargue de este espacio; muchos le dicen a una persona que trabaja con nómina que se encargue de la Salud Ocupacional, pero no es el procedimiento ético ni responsable, además va en contra de la ley; en caso de no poder contratarla entonces se puede escoger alguien y mandarlo a capacitarse para obtener el conocimiento y la licencia, lo cual no es difícil porque incluso entes educativos económicos o estatales lo brindan”, explicó Lillyam Gómez.
A partir de la legalización de la seguridad en el trabajo, en Colombia ha ido aumentando el registro de enfermedades laborales y accidentes profesionales.
Las enfermedades profesionales son más frecuentes en mujeres y los accidentes laborales en los hombres.
Lo que se debe tener
Se debe tener en una empresa al menos un programa de Salud Ocupacional, un Comité Paritario, además de estar brindando capacitaciones constantes al personal.
No basta con que un día cualquiera llegue alguien al lugar de trabajo, realice unos ejercicios y se marche, pues es una labor que requiere de continuidad y en la que se debe concientizar a las personas de los beneficios que obtendrán con cada seguimiento que realicen a las orientaciones.
El personal que labora también debe capacitarse en pausas activas y primeros auxilios para que en algún momento puedan actuar solos.
“Ahora si llega una temporada de varicela u otra enfermedad, hay que organizar programas de vacunación dentro de la empresa como mecanismo de prevención”, acotó Gómez.
“Es ideal tener un programa de pausas activas, descansos productivos, deportes y gimnasio laboral, hacer inspecciones a los puestos de trabajo para que los trabajadores se sientan cómodos y eviten enfermedades, implementar programas para contrarrestar el ruido (si lo hay), los riesgos cardiovasculares, los riesgos de enfermedades respiratorias, hacer exámenes periódicos de ojos u oído, dependiendo los riesgos que tenga el trabajador”, añadió.
El Botiquín
Toda empresa debe tener un botiquín; pero al contrario de lo que muchas personas piensan, sólo debe contar con vendas, gasas, elementos fundamentales y antisépticos, pero no con medicamentos de ninguna clase a menos que se tengan médicos en la empresa que autoricen la toma de los mismos.
Elementos de protección
Según lillyam Gómez, los elementos de protección “deben ir de acuerdo a los riesgos a los que se estará expuesto: si se trabaja en áreas con posibilidades accidentes, ruidos, radiación solar, caída de objetos de altura, chispas o partículas, los trabajadores deben tener casco, gafas de seguridad, guantes, protectores auditivos, protección respiratoria, ropa de acuerdo al ambiente, botas de seguridad”.
“En un hospital la enfermera tendrá ropa a cuya tela no se le adhieran sustancias biológicas, zapatos que no se deslicen y que sean cómodos, guantes, mascarillas, gafas de seguridad (si está expuesta a alguna sustancia); en la cocina o servicios generales deben usar botas o zapatos específicos por la superficie húmeda, guantes de seguridad metálicos (si es carnicero), gorros, tapabocas; en el caso de las oficinas se debe acondicionar la luz, tener el puesto adecuado al trabajador, pantallas con filtros para evitar la fatiga visual, uso de gafas antirreflejos protectoras, y por supuesto realizar sus pausas activas al menos de forma individual con estiramientos, ejercicios y técnicas de relajación rápidas”, adicionó.
A moverse de sus puestos
Paola Serrato, terapeuta ocupacional y ergónoma
“Las personas no son todas iguales entonces, la ergonomía es algo más comercial porque todos somos de diferentes tamaños y contexturas; pero lo que si debe ser posible es adaptar el puesto al trabajador y para eso se deben tener herramientas que lo permitan, por ejemplo sillas con ruedas que se puedan movilizar, con palancas que permitan alargarlas o acortarlas de acuerdo a la estatura”.
“Pero el trabajador también debe colaborar, por ejemplo las sillas son con ruedas más no de ruedas, no es que nos movamos de puesto en puesto en ellas porque estaremos quitando la posibilidad de ejercitarnos dentro del trabajo; debe estar cambiando de postura, no estar totalmente estático ni con la espalda torcida; debe mover la pantalla, moverse él, trasladarse de un lado al otro, aprovechar que la impresora no le queda al lado y caminar, debe dejar el escritorio libre sin flores, documentos ni figuras para que sus manos y brazos tengan libertad y espacios para moverse; los bordes de los escritorios no deben quedar cortantes sobre los antebrazos y las muñecas.