Unión familiar, la gran apuesta para el nuevo año

Aunque cada día los avances tecnológicos, la prisa por vivir y la movilidad en las grandes ciudades hacen que sea menos el tiempo para compartir, se evidencian situaciones que acentúan el distanciamiento entre los integrantes de las familias colombianas.
Y no precisamente porque se esté en contra de los progresos en todos los campos, pero es la celebración del Fin de Año, de Reyes Magos y de vacaciones las que nos lleven a sacar unos minutos para revisar cómo está nuestra relación al interior del hogar.
Entre los mensajes, tarjetas y correos, pareciera no faltar los buenos deseos y augurios para que el Año Nuevo sea mejor y “se mantenga unido al lado de los suyos”, palabras de cajón que no dimensionan su verdadero sentido, significado y mucho menos lo que implica llevarlos a la realidad.
Compartir en familia exige muchas más características, entre las que se destacan la tolerancia, solidaridad, respeto, confianza, diálogo y perdón; en las que se basa este llamado y responde a la pregunta ya formulada.
Para el profesor investigador del Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana de Bogotá, Andrés Mauricio Cano, las fiestas de fin de año “son la oportunidad para unirse más como familia, reencontrarse y pensar en los demás. Además de ser la excusa para explicarles a los niños y adultos el verdadero significado de acompañar, perdonar y regalar tiempo”.
Sin embargo, no falta a quienes estas celebraciones los entristece, y es a ellos a quienes “les falta entender realmente el verdadero significado espiritual de esta época y por ende, el significado del amor, que se goza más en dar que en recibir”, agregó el investigador.
El profesor Cano invita a las personas que se llenan de nostalgia y melancolía en estas festividades, a que “se den una oportunidad para abandonar resentimientos o recuerdos que no valen la pena y que disfruten estos días rodeados de sus amigos y familiares”, y que este sea uno de los propósitos para el Nuevo Año.
El especialista en familia agregó que en vez de estar añorando los tiempos pasados o diciendo que debemos recuperar las tradiciones “se aproveche esta época para reconciliarnos, conversar y aprender a vivir en paz desde el interior del hogar. Cuando se perdona se entiende la capacidad de amar y de buscar lo mejor para la otra persona. Lo primero para poder perdonar es entender que somos humanos y podemos equivocarnos, pero también que se tiene la capacidad de mejorar”.
A su turno, la psiquiatra puericultora y profesora de la Universidad de Antioquia, Marta Lílliam Correa Hernández, añadió que “este es un momento propicio para reflexionar y para que los niños aprendan con palabras o sin ellas cómo se trasmiten las tradiciones de generación en generación y cómo surgen en las nuevas familias, razones para adquirir un sentido de pertenencia a una familia y a una sociedad.
En cuanto a las tradiciones familiares, Correa Hernández dijo que existen beneficios para todos sus integrantes, se refuerzan los vínculos de afecto y solidaridad y se fortalece la unión de la familia misma.
“Los cuentos, las comidas especiales, los cantos, las oraciones, los recuerdos y la música, con los matices de cada cultura, van dejando un significado en cada ser, para convertirse en símbolos, rituales y tradiciones para construir un legado de valores espirituales y culturales que protegen, apoyan y acompañan, aun desde la distancia, en ocasiones especiales y en los momentos críticos a los niños y sus familias”, anotó la psiquiatra puericultora, Marta Líliam Correa.
Por su parte, la pediatra puericultora de la Universidad de Antioquia, Olga Francisca Salazar Blanco, aseveró que “las fechas especiales deben celebrarse de acuerdo con el verdadero significado que tienen para la familia, sin caer en la trampa del consumismo que está haciendo que tradiciones tan antiguas como las fiestas navideñas se conviertan en una carrera alocada por conseguir regalos y adornos, sin tiempo para compartir en familia y para reflexionar”.
SUGERENCIAS PARA MANTENER UNIDA LA FAMILIA
-Es indispensable partir de una buena comunicación, donde prime el respeto por el otro, escuchando lo que piensa.
-Realizar actividades en familia como celebrar cumpleaños, aniversarios, grados y fechas especiales.
-Que no haya hijos favoritos, que hagan sentir a los otros mal. Hay que ser equitativos en el trato y relacionamiento con ellos.
-Es fácil descubrir lo que el otro necesita, entonces adelántese a sus necesidades y complázcale sus gustos.
-No todo puede ser fiesta, cuando hay alguien en la familia que esté triste escúchelo y acérquese.
-Siempre que se vaya a referir a algún integrante de la familia, hágalo en positivo, no resaltando sus debilidades o recordando sus equivocaciones.
-Que no falte el buen humor, sea propiciador de ambientes agradables y que generen armonía y unión.
-Programar juegos o tertulias, enriquece las relaciones familiares.
-Cuando hable o dé un ejemplo de unión familiar, no muestre actitud prepotente, no grite, ni critique. Sea conciso, preciso y haga que todos se sientan agradados.
-Los lazos de amor, respeto y unión entre los padres, contribuyen a que se desarrollen ambientes positivos y de diálogo entre los integrantes del hogar, además de ser acciones a seguir.
-Sea solidario, cuando hay alguien enfermo o atraviese por una situación difícil, acérquese sin esperar algo a cambio, eso lo hará sentirse bien.
-No dé trascendencia a cosas o situaciones que no valen la pena; a veces alguien dice o hace cosas que no van dirigidas a nosotros.
-Exprese sus sentimientos, sea agradecido y no dude en dar un abrazo.

DATO
Si tienes dudas sobre la unidad de tu familia u otros aspectos que te preocupan de ella, es bueno consultar con un terapeuta familiar, psicólogo u Orientador Familiar.