Según el estudio ‘Trastornos de la conducta alimentaria’, hace más de una década, se descubrió (cuando exploraban los efectos secundarios del abuso de esteroides anabolizantes en personas que iban a gimnasios), “que ciertos culturistas con largas historias de consumo de hormonas esteroideas, llegaban a mostrar comportamientos psicóticos. En estos trabajos, se dieron cuenta de que otro trastorno, relacionado con la imagen corporal, estaba afectando a ciertos culturistas”.
A esto último, se le llamó vigorexia.
“La vigorexia está vista como la tendencia o la obsesión que tiene la persona por verse marcada, musculada. Hay muchas técnicas que buscan este fin, así como una mejora mental y de fortaleza. Cuando las personas se introducen en este mundo, en cierto punto van a tener conocimiento de tratamientos hormonales, esteroides, anabolizantes u otro tipo de sustancias. Lo malo es que sea una persona que se vaya a emocionar, a ‘encarretar’ con esa disciplina, ignorando las consecuencias que tiene excederse”, explica la doctora Paula Rocha, docente de fisiología de la Fundación Universitaria San Martín.
Según la experta, este trastorno es peligroso y más cuando no se tiene el conocimiento del impacto que tiene entrar y salir de este estilo de vida, al que muchos no están acostumbrados.
“Esto puede dejar secuelas importantísimas que no se pueden ver inmediatamente en su cuerpo, digamos problemas en su corazón, daño al hígado y otras alteraciones”, continúa.
La vigorexia pone en riesgo a la persona pues al buscar resultados rápidos en cuanto a su imagen, se asesoran mal, y no acuden al nutricionista, deportólogo, ni al médico.
- Obsesión por querer marcar la musculatura.
- Hacer ejercicio todo el tiempo.
- Compra regular y abuso de batidos, proteínas, etc.
Si bien son más los hombres los que presentan este trastorno, las mujeres también están entrado a las estadísticas.
Vale aclarar que para ellas, es más complicado alcanzar la musculación que para un hombre “pues estamos organizadas para tener mayor tejido adiposo, por lo tanto eliminar esa grasa no es tan fácil”, afirma la doctora Paula.
Según la revista cubana Scielo, este trastorno tiene como base que “existe una distorsión de la imagen corporal influida por el descontento corporal de otras personas, lo que se debe al grado de interiorización del ideal de belleza, que se asocia a baja autoestima y a un esquema perfeccionista”.
La vigorexia también es conocida como “la obsesión por el culto al cuerpo” o “complejo de Adonis” en alusión al dios sirio -incorporado y popularizado posteriormente por la mitología griega- que se caracteriza por ser eternamente joven y sumamente hermoso.
Comentarios ()