Ser perseguida e intimidada hizo que Darly Vargas Torres acelerara la moto que conducía y que evitara, de la peor manera, lo que se avecinaba. Llegó a una curva y se estrelló contra un poste de energía eléctrica. Testigos aseguran que “salió volando” al colisionar y que murió de inmediato cuando un alambre de púa se le incrustó en la garganta. Lea aquí: Darly huía de los ladrones, chocó en su moto contra un poste y murió
Un vigilante contó que alcanzó a ver cómo dos hombres en moto perseguían a la mujer. Según las primeras versiones, los sujetos pretendían robarle, pero al ver lo que habrían causado decidieron irse sin las pertenencias que irían a hurtar.
El accidente, ocurrido a las 10:30 de la noche del jueves 10 de marzo, se convirtió en el séptimo que deja mujeres fallecidas en las vías de Cartagena en lo que va del año. Los otros seis sucedieron en distintas horas y en diferentes sectores de la ciudad. Le interesa: La Cordialidad: buena madre y amiga, así describen a víctima de accidente en moto
Yeraldín Magdaniel Barrios murió en circunstancias parecidas. En la mañana del 5 de marzo conducía su moto en inmediaciones a la Terminal de Transportes, pero no alcanzó a llegar a su destino. Una imprudencia ajena provocó que cayera trágicamente al pavimento y falleciera en el acto. “Se golpeó con algo, pudo ser con un bus de Transcaribe que pasaba y perdió el control, porque iba bien en su vía”, dijo un testigo.
Dos en febrero
Los accidentes fatales de Darly y Yeraldín se suman a los dos que ocurrieron en febrero en El Pozón y en la Bomba del Gallo. Adriana Blanco Ortega, el 28 de ese mes, iba de parrillera en moto hacia su casa en Bayunca junto a Luis Enrique Alcázar Castillo, quien conducía, cuando otra moto chocó contra ellos. Los dos conductores sufrieron golpes y heridas leves, pero la situación de Blanco Ortega resultó peor. Lea: Adriana Lucía y Miraira, dos vidas apagadas en accidentes de motos
Las graves lesiones le causaron la muerte cuatro días después del choque. Un informe preliminar indica que el accidente de tránsito pudo ocurrir por la impericia en el manejo por parte de uno de los conductores y por no mantener la distancia. Las causas aún no están esclarecidas.
Reciba noticias de El Universal desde Google News Los motivos del choque que dejó la primera mujer fallecida en febrero tampoco son claras. Varios testigos aseguran que un giro indebido del mototaxista que llevaba a Miraira Meléndez Marsiglia (el 21 en la tarde) fue el causante del choque; pero hasta el momento, esa solo es una hipótesis.
Lo único claro es que su mamá vio cuando la volqueta, frente a la estación de Transcaribe, en inmediaciones a la Bomba del Gallo, quedó encima de ella. Le puede interesar: Mamá de médica vio accidente en Bomba del Gallo desde un Transcaribe
Trágico inicio
Einy López Martínez, Olga Ruiz Hoyos y Yirleydis García Elles son las tres mujeres que en los primeros días del año fueron víctimas mortales de tragedias viales en la ciudad.
La primera de ellas murió el 2 de enero en la madrugada, luego de ser impactada por una moto, mientras ella iba en un Renault Logan junto a su padre. Ocurrió en la Vía a Mamonal. Lea aquí: “No sabemos por qué salió”: madre de muerto en accidente en Mamonal
Siete días después, en la Avenida Santander, un choque entre dos carros acabó con la vida de Olga Ruiz. Cinco personas más resultaron heridas en el trágico accidente que se habría ocasionado por el estado de embriaguez en que estaría uno de los conductores.
La muerte de la tercera mujer accidentada en enero, Yirledys García, habría sido por una maniobra peligrosa, en Villagrande. Según las primeras versiones, la moto en la que iba de parrillera la mujer tuvo una falla mecánica, por lo que iba siendo empujada por otro vehículo similar. El conductor de la moto accidentada habría perdido el equilibrio justo en el momento en que un tractocamión pasaba a su lado. Lea: Maniobra peligrosa de motociclista acabó con vida de mujer en Villagrande
Los días, las semanas y los meses han pasado desde que las vidas de las siete mujeres se apagaron, pero el dolor y la ausencia que sienten sus padres, hijos, hermanos y/o parejas permanecen intactos, como si hubiera sido ayer que en una imprudencia, una mala maniobra o a causa de la inseguridad la muerte se las hubiera llevado.
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