La vida de Édgar Alexander Chirinos Carrillo, termina cuando una bala atraviesa su rostro, en plena vía pública de Valledupar. Meses después de partir de Cartagena, el hombre, más conocido como ‘Lili’, se convierte en el blanco de delincuentes, que lo asesinan solo por existir.
Esa es la única razón que podrían tener en su contra, según sus dolientes. Édgar era un travesti venezolano que se ganaba la vida como trabajadora sexual, hasta la noche del miércoles.
Ese día, su respiración se agota para siempre, ante la mirada de decenas de curiosos.
Las amenazan
‘Lili’, al igual que las demás trabajadoras sexuales que se ubican en cercanías del aeropuerto Alfonso López Pumarejo de esa población, recibe amenazas de muerte por parte de un grupo de personas desconocidas.
Todas las versiones que rodean el caso, indican que en la noche del martes, un día antes del crimen, dos sujetos armados llegan a la calle en la que están todas las trabajadoras sexuales y hacen disparos al aire.
La intención, al parecer, es intimidar a los hombres y mujeres que ejercen la prostitución en esa zona.
Pero las víctimas, no se dan por vencidas y el miércoles regresan a su punto de trabajo. Pasan varias horas y todo transcurre con normalidad, pero de repente todo cambia.
Otra vez, ven pasar una moto con dos hombres a bordo. Poco después, el parrillero saca un arma y dispara. El proyectil impacta el rostro de ‘Lili’ y le causa la muerte en el acto.
Su cuerpo queda tendido en el asfalto, en medio de un charco de sangre y sus compañeras de trabajo, quienes están pocos metros de distancia, rápidamente lo rodean. Entre gritos de desesperación, lamentan su vil muerte.
“Ataque homofóbico”
Kelsi Polo, presidente de la Red de Mujeres Trans del departamento del Cesar, indica que “estamos indignados con este caso violento hacia la población LGTBI y en especial a las mujeres trans, ya que se nos están negando el derecho a trabajar. Esto lo hacemos porque no hay más oportunidades laborales para esta población. Realmente es un caso indignante, hoy en día nos sentimos desprotegidos. Es un acto homofóbico, porque por primera vez en Valledupar se ve el trabajo sexual por parte de nosotras, las amenazas nos llegó a través de panfletos, este caso lo denunciamos ante las autoridades”.
Por otra parte, indica que en la calle 44, cerca al aeropuerto, hay por lo menos 25 transgenéros que, actualmente, no cuentan con el apoyo de la Secretaría de la Salud municipal y departamental.
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