Los vuelos humanitarios son los únicos autorizados para surcar los cielos de Colombia en tiempos de cuarentena por la pandemia del COVID-19. En uno de esos, que salió de Cartagena hace apenas una semana, fueron llevados a Birmania, en el Sudeste asiático, los restos de Myo Tun Zaw, el capitán del barco Spirit of Hamburg (de bandera británica) que fue asesinado en extrañas circunstancias en la madrugada del pasado jueves 16 de abril.
El resto de la tripulación, conformada por 20 personas de Birmania, Rusia y Etiopía, continúa confinada en el buque porta contenedores que hasta ayer en la tarde seguía fondeado frente a Cartagena.
Aunque inicialmente se informó por parte de las autoridades colombianas que el capitán habría sido asesinado a golpes en medio de una riña con 12 miembros de la tripulación; y luego se habló de un crimen cometido presuntamente por intrusos, hasta ahora no hay ninguna captura de manera oficial. Así lo ha confirmado la Fiscalía, que asumió las investigaciones para establecer qué ocurrió en el Spirit of Hamburg al llegar a Cartagena.
Según se conoció de una fuente judicial, ninguno de los tripulantes ha sido presentado ante un juez de Control de Garantías en audiencias preliminares porque no ha habido detenciones. Pese a eso, los tripulantes no pueden salir del barco, que tampoco tiene fecha de zarpe.
Aunque el buque tiene la bandera de la Isla de Man, es manejado por la empresa alemana Zeaborn Shipmanagement, que tiene sedes en Hamburgo, Alemania y Singapur. Según esa compañía, el Spirit of Hamburg, construido en 2007, partió el 10 de abril del puerto de Charleston, en Carolina del Sur (Estados Unidos), con rumbo a Sudamérica.
Su capitán, Myo Tun Zaw, de 51 años, era de Birmania. “El capitán (Myo Tun Zaw) fallecido es una persona de buen corazón, y siempre logra una buena reputación entre la tripulación en todos los barcos que comanda. Es totalmente imposible que la tripulación haya llevado a cabo ese caso de asesinato”.
Ese es uno de los tantos comentarios que se han dado a conocer a través de la página Fleetmon, especializada en informar de actividades e incidentes marítimos a nivel mundial.
El Spirit of Hamburg arribó al puerto de Cartagena el 16 de abril de 2020 a las 7:40 de la mañana con 21 tripulantes a bordo para desarrollar operaciones de cargue y descargue de contenedores en la Sociedad Portuaria Regional de Cartagena.
A eso de las cinco de la tarde el mismo día, cuando el buque aún se encontraba atracado en el muelle, las autoridades marítimas de Colombia recibieron un reporte por parte del Oficial de Protección de la Sociedad Portuaria Regional de Cartagena que informaba sobre la muerte del capitán, cuyo cuerpo lo hallaron en la cubierta principal del buque.
Para ese momento, las circunstancias de tiempo, modo y lugar específicas eran materia de investigación por parte de las autoridades judiciales colombianas. Un día después se supo de fuente oficial que al capitán lo hallaron con heridas en la cabeza causadas con arma contundente y hematomas, y laceraciones en las manos por intentar defenderse. También se conoció que a la víctima la envolvieron en cinta adhesiva para evitar, quizás, que la sangre delatara el crimen.
Dos días después del crimen, la Fiscalía General de la Nación anunció que asumía la investigación penal para determinar la causa, la manera y el mecanismo de muerte tras el deceso del capitán de la embarcación.
El barco tenía previsto zarpar ese jueves en la noche y es por eso que una de las hipótesis apunta a que el cuerpo de Myo Tun Zaw iba a ser lanzado al mar por la forma en que lo hallaron.
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