Las drogas estaban en las calles, y no solo las vendían a adultos. Los menores, especialmente estudiantes, se habían vuelto el blanco. Las indagaciones de la Policía Metropolitana de Cartagena dejan ver que en primera instancia se las regalaban, pero luego de acostumbrarlos al consumo se las vendían. Los volvían sus clientes.
Y la banda delictiva ‘Brisas del Sur’ era la responsable de esa situación, que ocurría en los barrios Las Brisas, Las Lomas, Piedra de Bolívar y José Antonio Galán, afectando a dos colegios y una institución universitaria que funcionan en esa amplia zona. Cansados de esa realidad, vecinos denunciaron el hecho a la Policía cuando corrían los primeros días de agosto del 2016.
Fue así como la investigación del hecho fue asignada a la Unidad Contra el Crimen Organizado de la Sijín, de la Policía Metropolitana de Cartagena, que trabajó de la mano con la Fiscalía Seccional Bolívar. Varios investigadores empezaron a trabajar el caso, pero era una tarea difícil descifrar las acciones de la banda que traficaba drogas y recoger los elementos materiales probatorios que permitieran la captura de los integrantes.
Entonces, fue así como luego de varios seguimientos realizados por los miembros de la Sijín, se decidió que lo mejor para lograr los objetivos, además de vigilar a miembros de la banda, era utilizar un agente encubierto. Un trabajo peligroso y difícil, para un avezado funcionario que tuviera los nervios de acero. Trazado el plan, fue escogido el encargado de la dura tarea.
Fue así como este empezó a internarse en Las Brisas y a ganarse la confianza de los miembros de la banda. Descubrió que en una calle de ese sector se concentraban las “ollas” en las que se vendía coca al menudeo y marihuana, y que eran varias las personas que hacían parte del negocio ilícito. Pero su trabajo fue más allá.
“Se hizo amigo de miembros de la banda y empezó a notar cuáles eran los roles que tenía cada miembro. Llegaba a comprar drogas y logró grabarlos empacando”, indicó uno de los funcionarios de la Sijín que participó en la investigación.
Aprovechaba el desempleo
Con el pasar de los meses, incluso, ya entablaba conversaciones con el hombre señalado de ser el dueño del negocio: Ariel Baza Martínez, más conocido como ‘el Baza’. También llegó a notar que las “ollas” donde vendían las drogas estaban en una sola calle y las modalidades que utilizaban para la venta. “Día y noche hacíamos seguimiento a los miembros de la banda. Descubrimos que el líder se encargaba de alquilar apartamentos y conseguía a personas para que vivieran en estos y al mismo tiempo vendieran drogas. Ponía a personas a vender droga, sobre todo a los desempleados. Además de casas, también utilizaban un lavadero para la venta de drogas”, señaló el mismo investigador de la Sijín.
El agente encubierto trabajó durante casi seis meses, siempre con un equipo de investigadores disponibles en los alrededores para ayudarlo, en caso de tener problemas o si lo descubrían. Pero ese no fue el caso, su actuación fue impecable y logró recaudar gran cantidad de videos que comprometían a varias personas con la banda, que tenía un promedio mensual de ganancias de 27 millones de pesos, por la comercialización de más de 3 mil dosis de cocaína y 2 mil de marihuana.
Fue así como el Fiscal Noveno Especializado logró obtener órdenes de allanamiento y de captura contra siete personas. Y la semana antepasada, en un operativo en el que participaron 50 uniformados de la Policía Metropolitana de distintas especialidades, fueron capturadas siete personas que harían parte de la organización delictiva ‘Brisas del Sur’.
Entre ellas está Ariel Baza Martínez, señalado de ser el líder de la organización y quien fue capturado en su casa. Junto a este cayó su compañera sentimental Marina Martínez Mercado, quien habría sido cómplice de las acciones de ‘el Baza’. Presuntamente, recogía dineros de ventas de droga.
Otro de los aprehendidos es Jairo Mendoza Hernández, ‘el Gordo’, quien sería el encargado de surtir con drogas las casas donde se hacía el expendio. Mientras tanto, a Félix Vargas Santos, apodado ‘el Danny’, lo señalan de vender drogas en expendios.
Entre los capturados también está Wilfrido Batista Cortez, alias ‘Will’, quien se encargaría de vender drogas en las calles, mientras que su primo Marcos Cortez Ortiz,‘el Ñato’, habría vendido drogas en expendios.
Por último, está la captura de Wilman Martínez Mercado, alias ‘el Flaco’ o ‘el Pea’, quien es hermano de Marina. A este lo investigan porque se habría encargado de alertar a a la banda sobre la llegada de policías al sector donde estaban los expendios, o sobre la presencia de pandillas u otras bandas delincuenciales.
Estas personas fueron llevadas ante un juez con funciones de Control de Garantías, quien legalizó sus capturas. La Fiscalía les imputó los delitos de concierto para delinquir y porte, fabricación o tráfico de estupefacientes. Aunque no aceptaron cargos, fueron asegurados. A los hombres los cobijaron con detención carcelaria, mientras que a la compañera sentimental de alias ‘el Baza’ le dieron detención domiciliaria. Estas personas permanecerán detenidas en una estación de la Policía Metropolitana de Cartagena, pues el Inpec está en paro y no está recibiendo a procesados en la Cárcel de Ternera.
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