Hernán Correa Martínez salió de su casa para barrer el frente de su casa, ubicada en el barrio Olaya Herrera. Al terminar, se bañó, se cambió y empezó su labor diaria en la tienda, llamada Omega.
A las 6:30 de la mañana de ayer, la calma en el sector San José Obrero del mencionado barrio fue interrumpida por el sonido de múltiples disparos.
Testigos aseguraron que mientras Hernán atendía el negocio de su propiedad, que está al lado de su casa, una mujer que iba como parrillera de una moto se acercó. Bajó del vehículo, caminó y llegó hasta donde estaba el comerciante de 58 años. Cuando lo tuvo a tino, desenfundó un arma de fuego y le propinó seis balazos en diferentes partes, casi a quemarropa. Inmediatamente, la delincuente subió al vehículo en el que había llegado y emprendió la huida con su cómplice.
Mientras los agresores escapaban, Correa Martínez agonizaba en el suelo producto de los impactos de bala que recibió. Sus familiares corrieron y lo auxiliaron, trasladándolo a la Clínica Madre Bernarda, donde lograron estabilizarlo y evitar que muriera.
Los móviles son un misterio para familiares, quienes le manifestaron a la Policía que desconocen las razones del ataque sicarial en contra de Correa Martínez, quien desde hace varios años se desempeña como tendero.
Incluso, algunos de los residentes del lugar quedaron asombrados ante lo sucedido, pues el hombre herido es muy conocido entre ellos.
Las autoridades están tras la pista de los responsables del atentado para dar con su paradero, indagando con los videos de las cámaras de seguridad de los sectores aledaños, con el fin de lograr identificar a los agresores.
Este medio intentó conocer la versión de los parientes de Hernán, pero prefirieron no entregar declaraciones a la prensa.
En el lugar el temor es evidente, pues cuando periodistas de este medio llegaron en busca de los familiares del hombre baleado, algunos vecinos se encerraron y otros solo se limitaron a señalar con miedo dónde vive la familia de Hernán.
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