La suerte no acompañó a Richard Ortuño Aldana. El venezolano fue víctima de un ataque salvaje por parte de un ladrón que ingresó a robar al negocio que el extranjero cuidaba en San Fernando.
El delincuente lo atacó varias veces con un tubo de metal, causándole la muerte al joven de 23 años, quien era abogado. El hecho ocurrió ayer en la madrugada en el restaurante La Colonia Paisa, en San Fernando.
Su lucha
Richard nació en Valencia, en el estado de Carabobo. Su pasión eran las leyes y por eso estudió derecho con mucho esfuerzo en el vecino país. Sin embargo, la crisis social que vive Venezuela lo hizo alejarse de sus sueños y por eso decidió venirse a Cartagena hace un año, buscando mejor suerte. Fue así como se reunió con su hermana, quien lleva dos años viviendo en Cartagena.
Se estableció en la urbanización Villas de La Mar, en San Fernando, junto a su hermana. En la ciudad todo empezó a marchar bien para él. Desde hace ocho meses trabajaba como vigilante en el restaurante La Colonia Paisa, que está en el mismo barrio en el que vivía.
Además, le permitieron montar una venta de fritos frente al mismo negocio. El lunes en la tarde se fue a trabajar y su hermana lo notó igual de alegre que siempre. Esa sería la última vez que lo vería, pues la muerte aguardaba por él.
La noche del lunes pasó y al llegar la madrugada del domingo pasó lo peor. A la 1:30 a. m., Richard estaba recostado a una silla en el negocio haciendo su turno y no se dio cuenta que un delincuente entró al restaurante por la parte de atrás, forzando una ventana. Al parecer, el sujeto analizaba hace varios días la forma de entrar a robar al lugar.
En medio de la penumbra, el ladrón sorprendió a Richard por la espalda y lo golpeó en la cabeza con un tubo de metal. El vigilante se desplomó, pero el ladrón no se conformó con eso y le dio otros dos golpes con el mismo tubo en la cabeza.
Ello quedó registrado en los videos de las cámaras de seguridad del negocio. La hermana de Richard dijo que el agresor le quitó el celular, su billetera y el dinero producto de la venta de los fritos. El ladrón pudo observar una de las cámaras y la miró, quedando registrado su rostro.
Luego, huyó por la misma ventana que había forzado. Horas después, a las 5 de la mañana, el dueño del restaurante llegó y encontró al venezolano tendido. Lo llevó a la Clínica Gestión Salud, pero los médicos confirmaron que ya estaba muerto. Fue el propietario del restaurante quien llamó a la hermana del venezolano y le avisó de la tragedia. Las autoridades se centran ahora en identificar, ubicar y atrapar al agresor.
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