Su investidura, su supuesta comunicación con Dios, su cercanía a la comunidad y la confianza con la familia de una niña, de 12 años, habrían sido usadas por el pastor de una iglesia de Cartagena para presuntamente cometer uno de los actos más impuros del mundo.
Según la Fiscalía, Yoiber Miranda Hernández se aprovecha de todo eso para convencer a la pequeña de acceder a sus pretensiones sexuales y salirse con la suya en 2014. Su engaño no dura para siempre y la víctima rompe su silencio. El sujeto es retenido en la vía que va de San Onofre -Sucre- a Cartagena.
El hombre, al parecer, le dice a la adolescente que tiene un supuesto embrujo que recae sobre su familia y que, de no ser sanada, pondría en riesgo a sus padres.
Esta última razón habría sido determinante a la hora de persuadir a la menor para hacer lo que él le pidiera y así consumar sus vejámenes sexuales.
Por estos hechos, y con la intención de escabullir la acción de la justicia; el implicado, según la Fiscalía, sale del país, pasando un tiempo en Panamá y Estados Unidos.
Una vez se hacen públicos los hechos, un juez autoriza la solicitud de la Fiscalía para que el pastor sea enviado a prisión, y es cobijado con detención intramuros.
La Fiscalía le imputa a Miranda los delitos de acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado y actos sexuales con menor de 14 años agravado.
Las diligencias en contra del pastor se inician luego de que los padres de la niña, que ahora es una adolescente de 14 años, hacen la denuncia ante las autoridades.
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