Tres homicidios entre sábado y domingo, y uno más el viernes en una riña en Puerto Duro, sector cercano al Centro Histórico, acabaron con una racha sin igual de nueve días sin hechos de sangre con víctimas mortales en Cartagena.
El asesinato de Jorge Vanegas Guzmán a manos de otro reciclador a plena luz del día en una zona tan concurrida como Puerto Duro, es el primer caso de esas características en abril.
El hecho sucedió el viernes 9, a las 4 de la tarde, porque supuestamente la víctima golpeó el perro del agresor. La Policía reportó que el presunto homicida, Álvaro Lasprilla, fue capturado cuando huía por una zona de mangles aledaña a Puerto Duro.
El sábado, a las 9:30 de la noche, un hombre en moto asesinó de varios balazos al antioqueño Jeison Fernando Coronado Ruiz, de 31 años. El crimen ocurrió en la carrera 101B con calle 39, del barrio San José de Los Campanos.
Danis Contreras, mujer de la víctima, dice que lo último que supo de Jeison es que tomaba cervezas con sus amigos cerca de su casa. “De repente aparecieron dos tipos y uno de ellos le disparó por la espalda”, relató Danis.
El domingo, bien temprano, fue encontrado el cuerpo de un habitante del corregimiento de Pasacaballos en una vía que va a Barú. La víctima es Fidel Julio Novoa, de 21 años, quien vivía con su mujer en esa localidad.
El joven fue asesinado de un balazo en el pecho y, según las investigaciones de la Policía, todo apunta a un caso de ajuste de cuentas. Le hallaron un arma traumática.
A machete y cuchillo atacaron y mataron a Yeifren Arroyo Iriarte en el barrio Boston. “Cuando las cosas van a pasar, pasan”, dijo ayer una prima del fallecido mientras esperaba que le entregaran el cuerpo de Yeifren en Medicina Legal.
La mujer contó que todo sucedió en medio de una pelea ocurrida a las 5:30 de la tarde del domingo. “Él estaba tomando con amigos cerca a su casa. Estando allí se le extravió la billetera; no se sabe si fue que lo atracaron o se le perdió, pero ahí fue que inició la discusión”.
Yeifren le habría reclamado a sus acompañantes por la billetera perdida, lo que provocó que dos hombres y una mujer lo atacaran en la cabeza y cuello con machete y cuchillo.
“Ya la Policía los está buscando, nosotros sabemos quienes son, ellos viven aquí mismo en el barrio”, mencionó una amiga del fallecido, quien estuvo con él esa última noche con vida.
La mujer contó que Yeifren, de 29 años, también sacó un machete para defenderse, pero no lo alcanzó a utilizar. El vendedor de matas murió a las 10:30 p. m. del mismo domingo en la Clínica Crecer.
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