Crimen en el barrio Torices: ocho cuchilladas y un sueño frustrado

El sueño de Édgar David Sarache Serrano era ser un militar de alto rango, pero ese deseo fue truncado el 27 de noviembre del año pasado.

Sarache Serrano fue atacado por tres hombres en el sector San Pedro y Libertad, del barrio Torices. Recibió ocho cuchilladas que acabaron con su vida en el acto. Eran las 9 de la noche. Su intención, recuerda un familiar, era sacar a su mamá y a su hermano adelante y darle una mayor alegría a su abuela.

Édgar David se había ido a prestar el servicio militar y llevaba un año en la Armada. El 21 de noviembre del 2019 estaba en Bogotá reforzando la seguridad por las protestas que se dieron ese día en toda Colombia ante el Paro Nacional convocado por las centrales obreras.

El 25 de noviembre, Édgar recibió permiso de sus superiores y regresó con los suyos, en la calle Jorge Isaac del barrio Torices.

Su madre Karen Serrano manifiesta que los deseos de Édgar era seguir en la milicia y por ya tenía programada una entrevista en el Distrito Militar de El Bosque para el 28 de ese mismo mes.

“Recuerdo que llegó orgulloso a la casa, mostrando una mención de honor que había recibido y tenía muchos deseos de seguir su carrera militar. Era su sueño”, relata el familiar del joven, quien tenía 19 años en ese entonces.

Los recuerdos de la madre están intactos y señala que ese 27 de noviembre, siendo las 3 de la tarde, había llegado de la calle de comprar ropa y algunas cosas para él, pues había recibido lo de su salario. “Llegó un amigo a buscarlo y me dijo que se iba para el Centro y que después se tomaría unas cervezas. Sin embargo, yo lo llamaba porque él debía estar el 28 de noviembre en una entrevista en el Distrito Militar. Él me decía que no me preocupara, que estaría temprano porque esa era su oportunidad para poder seguir y no la iba a desaprovechar”, cuenta Karen.

Relató que siendo como las 8:50 de la noche lo volvió a llamar y él le dijo que visitaría a la novia, que estaba cerca y que seguía acompañado de ese amigo de infancia. “No te preocupes. No me demoro mucho y me voy a dormir”, recuerda que eso fue lo último que le dijo.

“Al cabo de un rato -relata-, siendo como las 9:30 p.m., me llaman de la clínica de Torices a decirme que mi hijo estaba herido, que fuera de una. Y así lo hice”, añadió Karen Serrano.

Según su madre, cuando su hijo y su amigo iban por San Pedro y Libertad, pasaron por donde había tres jóvenes y uno de ellos, al parecer, le dijo algo al acompañante de Édgar David.

“Ese joven le dice al amigo algo. Édgar David se lo queda viendo y ese muchacho vuelve y le dice: ‘usted que mira’. Su amigo le dice, ‘mejor vamos, no le prestes atención y siguieron su camino.

“Sin embargo, más adelante sintieron que los tres muchachos iban tras ellos y al verlos salieron corriendo. Uno de ellos lanzó una piedra y le dio a mi hijo en la cabeza, él cayó y en el suelo aprovecharon y le dieron ocho cuchillas”, relata la madre de la víctima.

Su amigo, para evitar que lo agredieran a él, lo que hace es correr y refugiarse en el CAI de Santa Rita. Allí informa de la situación y los uniformados llegan y son los que lo conducen al centro hospitalario.

“Lo que no entiendo es por qué lo mató. Ellos ni siquiera lo conocían para que lo hubieran agredido de esa forma”, dice la madre del joven asesinado.