En la Calle 31 del sector Camino del Medio hay varias preguntas en el aire y una inmensa sensación de tristeza y misterio tras la muerte de Loraine Ramos Peña, de 30 años, el martes 11 de octubre.
La mujer fue hallada sin vida, a las 7 de la mañana, en la habitación de su casa. Tenía un impacto de bala, al parecer, en la cabeza; y la Policía Metropolitana confirmó que el arma de fuego, un revólver calibre 38, fue hallado en el lugar. El CTI de la Fiscalía atendió el caso y se encuentra investigando qué ocurrió.
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La primera versión que se manejó entre allegados y vecinos fue un suicidio, pero la familia de la joven duda sobre esa hipótesis y pide a las autoridades investigar a fondo para que el caso no quede impune.
Loraine tenía un hijo de 5 años, estudiaba administración en salud y administraba un Efecty que estaba en la primera planta de su vivienda.
Dolor de madre
Hoy, en la sede de Medicina Legal, de Zaragocilla, estaba la madre y hermanas de Loraine. El dolor las carcome por dentro, pero la voz no se les corta para pedir justicia y verdad.
“Mi hija no se suicidó, eso lo siente mi corazón. Me dijeron que era que tenía muchas deudas, que tenía problemas económicos, pero nosotros sabemos que no es así. Ella el domingo habló con una tía y una prima y les contó que tenía situaciones complejas con su pareja, el papá de su hijo, por una tercera persona en la relación, pero no manifestó deseos de morirse ni nada”, relató la madre.
Loraine vivía con su marido, quien es militar y actualmente tiene turnos en Barranquilla; también con su suegra, que padece de Alzheimer y su hijito. “Gracias a Dios el niño estaba de visita donde una abuela y no presenció eso”, añadió la madre de Loraine.
La mujer estaba sola en la vivienda, ya que su marido se encontraba trabajando y ella supuestamente dejó dos cartas escritas que están en manos de la Fiscalía.
“No es claro”
Los familiares de la difunta dicen que hay muchos detalles e información confusa. Una de las hermanas explicó que “cuando llegamos al lugar y entramos al cuarto lo encontramos desordenado, incluso había sangre en la ropa que estaba dentro del escaparate. Parecía como si se hubiera dado un forcejeo o pelea”.
Otro detalle que les llamó la atención es que “supuestamente ella se puso el arma en la boca y haló el gatillo, pero revisamos y encontramos que hay dos impactos de balas en sitios diferentes. No creemos que se haya disparado dos veces, tampoco que escribiera esas cartas que dejó”.
“Ella no sabía usar armas de fuego y tampoco tenía una. Ese revólver era del papá del marido, él lo tenía guardado”, añadieron los parientes.
Más detalles
Este medio habló con varios vecinos de la mujer y aseguraron que no escucharon disparos. También dijeron que Loraine era tranquila, alegre y callada. Para los allegados de la víctima es extraño que el marido de esta afirmara que estaba en turno, pero cuando llegaron al lugar de los hechos ya él estaba presente y vestido de civil.
“El muchacho tenía sangre en los zapatos, como si hubiera entrado al lugar. Él solo llegaba cada 15 días a la casa porque es militar, pero actualmente tenían problemas”, dijo una hermana de Loraine.
En Medicina Legal el cuerpo está como caso por determinar.
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