A pie fue llevado ayer, desde su casa en el sector Playa Blanca de Olaya hasta el cementerio distrital de ese barrio, el féretro con los restos mortales de la niña de 4 años que murió el domingo al recibir una bala perdida. Una multitud inundó la Avenida Pedro Romero, acompañando el cortejo fúnebre. Poco después de las 4 de la tarde, la menor fue sepultada en medio de los gritos de sus familiares, que exigieron justicia. Luego, asistentes intentaron bloquear la avenida, pero la Policía lo evitó. Ellos dicen que el día del hecho dos policías perseguían a un joven y que le hicieron varios disparos. “Luego, uno de los policías guardó su pistola y sacó de su chaleco un revólver y disparó, y una bala alcanzó a la niña en el pecho y la mató. Sabemos que eso fue un error y que lo hizo sin intención, pero queremos que lo reconozcan”, explicó una familiar de la menor. Parientes de la menor señalaron que tienen varias personas que dicen fueron testigos de los hechos y que están dispuestas a declarar.
Sin embargo, el secretario del Interior del Distrito, Fernando Niño, indicó que la niña fue alcanzada por la bala perdida en medio de un cruce de balas que se dio cuando uniformados llegaron a hacer controles en establecimientos de comercio, en 40 barrios de la ciudad. “Lamentamos profundamente este caso que nunca debió ocurrir. He dado instrucciones para que se esclarezca este hecho y le enviamos un mensaje de solidaridad a la familia de la niña”, expresó el alcalde de Cartagena, Manolo Duque.
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