Sucesos


“Dios sí existe”: policía que se salvó de un atentado a bala en el Sur de Bolívar

Jamer Navarro Bastidas estuvo varios días en UCI y una bacteria se apoderó de su cuerpo, pero todo lo pudo superar.

REDACCIÓN SUCESOS

08 de junio de 2022 12:12 PM

El patrullero Jamer Navarro Bastidas, de 37 años, caminaba los alrededores de la Estación de Policía de Hatillo de Loba, sur de Bolívar, junto con su compañero Dylan cuando sonó un disparo y una bala lo impactó, cayó al piso herido y como pudo ubicó al tirador, accionó su arma de fuego para apoyar a su compañero y casi de inmediato otras dos balas lo alcanzaron una en la espalda y la otra en la rodilla.

Era un ataque de cuatro hombres armados con pistolas que los dos uniformados estaban teniendo. Navarro quedó tendido en el piso mientras sus agresores huían. Dylan, quien salió ileso, le gritaba “resiste Navarro, resiste”.

El policía Navarro fue auxiliado por sus compañeros que lo llevaron al hospital del pueblo donde apenas podían prestarle primeros auxilios y detener la hemorragia.

Una ambulancia acuática partió desde el municipio de Hatillo de Loba hacia Plato Magdalena donde al patrullero se le hizo una primera cirugía pero su estado de salud seguía siendo crítico, los médicos decidieron trasladarlo al hospital de Santa Marta donde estuvo varios días en UCI con un coma inducido. Una peligrosa bacteria que le contaminó la sangre hizo aún más crítico su estado de salud.

Dura prueba

Por momentos la vida parecía escapársele pero su fortaleza, las cadenas de oración de sus compañeros policías adscritos al Departamento de Bolívar, la de todo un pueblo y la fe en Dios, lo mantenía luchando.

“En mi mente estaba fija la imagen de Dios que me sostenía. Yo dije Dios está conmigo, no me voy a morir”, narra desde una cama de hospital donde milagrosamente se recupera acompañado siempre de su hermana Ludys, quien desde que se enteró del hecho esa misma madrugada, no lo deja solo.

“Fueron momentos muy angustiantes, la ruta por Valledupar se hacía interminable pero llegamos y de inmediato los médicos corrieron a atenderlo. Mi hermano se salvó gracias a Dios”, cuenta la hermana del patrullero.

“Espero recuperarme del todo para volver a la Institución, a esa que llegué hace 14 años y la cual me ha dado grandes satisfacciones”, son las palabras de Jamer. El uniformado, de extracción muy humilde, es el último de nueve hermanos y el único que desde pequeño le llamó la atención ser policía. Vive en Henequén un corregimiento del municipio de Magangué, Bolívar, donde lo esperan con los brazos abiertos para celebrar el milagro de estar vivo. “Dios existe”, dice Navarro.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS