Sucesos


Doble crimen de hermanos Rivera en San Cayetano sigue sin resolverse

Dairo y Wilmar aparecieron muertos tras ser sacados a la fuerza de su finca. Como no han identificados plenamente sus restos, el proceso aún no avanza.

JULY ANAYA MARRUGO

06 de febrero de 2020 12:00 AM

El 14 de marzo de 2019, el corregimiento de San Cayetano, en San Juan Nepomuceno, se estremeció con un hecho de sangre espeluznante. Los hermanos Dairo y Wilmar Rivera Rodríguez fueron sacados de su finca Las Leticias y dos meses después -mayo- los hallaron muertos en un predio que está al lado.

El doble crimen causó aún más conmoción cuando el Gaula de la Policía arrestó a la esposa de Wilmar, Nelly Luz Yepes Posso, y a cinco personas más como los presuntos responsables del secuestro y muerte de los Rivera.

A 47 días de cumplirse un año del doble homicidio, el caso tiene un rumbo distinto al que se pensaba: los restos no han sido identificados plenamente y los sospechosos que están detenidos podrían estar salvándose de pagar por el delito de homicidio agravado.

Los cuerpos de los hermanos Rivera fueron encontrados el 14 de mayo en un predio no muy lejano de la finca en la que vivían y que es patrimonio familiar.

Por el avanzado estado de descomposición de los restos, la Fiscalía envió a un grupo especializado para su exhumación y para seguir la difícil labor de identificarlos.

Han pasado ocho meses y esa labor no se ha cumplido. El Universal conoció que el Instituto de Medicina Legal, de Bogotá, aún no entrega un informe detallado. Una fuente cercana a la investigación señaló que este proceso es largo y que, incluso, la familia de las víctimas está haciendo algunas peticiones, en especial que aceleren el proceso, pues no han podido darle cristiana sepultura a sus muertos.

¿Solo un delito?

Por el secuestro y homicidio de Dairo y Wilmar, el Gaula capturó a ‘el Guillo’, ‘el Mono’, ‘Javier’, ‘Jesica’ y ‘Jesús’. Los cinco fueron enviados por un juez a prisión, pero ahora se conoce, que tras diez meses del doble crimen, estas personas solo pagarían por un delito.

“No podemos decir que van a quedar libres, pero el delito de homicidio no se les podría imputar por el hecho de que los cuerpos no han sido identificados. La detención de ellos fue por secuestro con el agravante de homicidio. Ante esto, el proceso continuaría por el delito de secuestro”, detalló la fuente.

Lo que ocurrió

Las Leticias es una finca familiar. Pertenecía a los tres hermanos Rivera, dos asesinados y uno que se salvó, porque dicen, presentía que algo malo pasaría.

El 14 de marzo, Dairo y Wilmar fueron sacados de ese lugar por hombres armados y encapuchados. Los secuestraron y horas más tarde empezaron a exigir dinero por sus rescates. Los familiares de ellos se veían angustiados, con miles de preguntas sin respuestas. Nadie sabía por qué se los habían llevado.

La Policía de Bolívar, tras conocer la desaparición, tipificada como secuestro, inició las labores para hallar sanos y salvos a los hermanos. Sin embargo, eso no sucedió. Los encontraron después de días y días de investigación, enterrados con capuchas.

La Policía reveló en ese entonces que los Rivera fueron asesinados el mismo día que se los llevaron. Los presuntos responsables seguían llamando y cobrando por el secuestro para despistar a las autoridades. También dejaron al descubierto que Dairo y Wilmar convivían con sus supuestos verdugos.

La hipótesis que han manejado desde el principio es que el secuestro habría sido por quedarse con los predios de los hermanos ganaderos. Sin embargo, es un misterio si dentro del plan estaba matarlos, o por el contrario, la situación se salió de control.

“La mente maestra”

Los investigadores manifestaron en el momento de las capturas que ‘Jesica’, la mujer de Wilmar sería quien planeó el hecho. A eso le suman que todos los que habrían participado en las muertes son residentes del pueblo, entre ellos un vecino de Wilmar.

“Entre los retenidos hay un vecino de estas víctimas y otras personas que hacen parte del entorno de San Cayetano, especialmente de la zona rural de San Juan Nepomuceno. Por inteligencia, conocemos que muchos de ellos tienen antecedentes por delincuencia común y por eso esperamos que un juez valide las capturas”, dijo en ese momento el general Fernando Murillo Orrego, director del Gaula Nacional.

Llegar hasta los sospechosos no fue nada fácil. El Gaula indicó en mayo del año pasado que interceptaron llamadas, y tras los allanamientos encontraron elementos y celulares que evidenciaban que estas personas tendrían algo que ver en los hechos.

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