La muerte del joven italiano Giacomo Turra en un restaurante de Bocagrande el 3 de septiembre de 1995 es quizás el caso más recordado por el escándalo que se desató a nivel internacional y por afectar las relaciones diplomáticas entre Colombia y aquel país europeo.
El extranjero, bajos los efectos de sustancias alucinógenas, causó estragos en el establecimiento comercial. Por eso varios policías lo sacaron y llevaron a una clínica para tratar de calmarlo, pero poco después el hombre falleció y el caos se inició.
Los uniformados que lo retuvieron fueron llevados a juicio porque la familia de Turra los acusó de su muerte. Según ellos, el extranjero había fallecido por culpa de una golpiza de los uniformados. Los agentes, sin embargo, fueron absueltos por el juez, quien determinó que Turra murió por los golpes que él mismo se ocasionó bajo los efectos de las drogas.
A partir de ese año, las muertes de extranjeros en Cartagena fueron en aumento y solo hasta el año 2012 habían sido contabilizadas 50. En los últimos cinco años, 17 extranjeros -entre ellos dos mujeres- han fallecido en esta ciudad por diversas causas.
En 2015 y 2016 no hubo extranjeros fallecidos en La Heroica, pero en 2017 fueron reportados cuatro. En 2018, según la Policía Metropolitana de Cartagena, murieron ocho y en lo que va de 2019 son cinco los casos reportados.
En Bocagrande han muerto tres extranjeros entre 2015 y 2019; y en El Cabrero, Marbella y El Laguito han sido reportados seis casos: dos por cada sector. El Bosque, San Francisco y La Esperanza han contabilizado tres muertes más. Lo mismo ocurrió en los barrios San José de Los Campanos, Los Caracoles, el corregimiento de Barú, urbanización La Carolina y Mirador de Nuevo Bosque, en donde se sumaron cinco tragedias más durante el mismo periodo.
Las tragedias han ocurrido con mayor frecuencia en las noches. El 47 por ciento de esos hechos, que equivalen a 8 de los 17 casos, han sido reportados entre las 7 p. m. y las 12 a. m., según el comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena, general Henry Sanabria Cely.
La mayoría de los extranjeros que murieron en Cartagena en el último lustro son venezolanos y estadounidenses: Francia -1-; Alemania -1-; Ecuador -1-; Suiza -1-; Italia -1-; Nicaragua -1-; Estados Unidos -5-; y Venezuela -6-.
El alcohol, las drogas y los problemas pasionales han causado la mayoría de las tragedias de los extranjeros en Cartagena.
Frank Schafer, de nacionalidad alemana, y Luca Fabiano, de Suiza, son dos de los 17 turistas que han regresado en ataúd en los últimos cinco años. Las dos muertes estuvieron cargadas de misterio.
Schafer cayó del piso 11 en un edificio de Bocagrande, el 11 de marzo de este año, y lo que lo habría motivado a tomar esa dura decisión tendría que ver con una ruptura amorosa. En su apartamento, en esa misma torre, hallaron botellas de alcohol, caos y basura por todas partes.
En la habitación en la que se hospedaba Luca, en la carretera de El Bosque, en el barrio del mismo nombre, la escena fue aún más traumática. Él estaba suspendido del cuello y no tenía signos vitales cuando los trabajadores de la residencia intentaron auxiliarlo el 2 de marzo de este año.
La misma suerte tuvo Johnathon Mark, el 26 de marzo de 2018. Su vida también terminó en Cartagena, pero no por la misma razón o bajo las mismas circunstancias que las de Schafer y Fabiano. A Mark, de nacionalidad estadounidense, lo hallaron en el estacionamiento de un edificio en el barrio El Cabrero, tras sufrir una sobredosis de alucinógenos.
Al parecer, en muchos de los casos los extranjeros actúan bajo los efectos de las sustancias alucinógenas y pierden el control de sus decisiones.
Según el general Sanabria Cely, de los casos de foráneos muertos este año todos tenían 15 años y 8 años viviendo en la ciudad.
El 28 de octubre de 2005, la ciudadanía cartagenera volvió a estremecerse al conocer un caso casi similar al de Giacomo Turra. Esa noche, el turista Paolo Caradonna falleció en una clínica, horas después de ser llevado en estado de excitación de un hotel en Bocagrande. El italiano había llegado 45 días antes a Cartagena. Esa noche se desnudó y comenzó a causar daños en todo lo que encontró a su paso.
El 28 de enero de 2006 fue Mauro Salucci, de 31 años, la víctima. El también italiano se alteró mientras estaba en compañía de dos amigas en Bocagrande. Las autoridades dijeron que Mauro Salucci murió en el trayecto del edificio a un centro asistencial. Combinó drogas y alcohol.
Otros extranjeros muertos en esos periodos son: el marinero de origen griego Ángelo Bosikis; el periodista sueco Skôld Per Algot, de 63 años; el turista japonés Shingo Mukai; el puertorriqueño Ramón Agudo, de 47 años; el escritor estadounidense Leo Garen; el suizo Edward School Hammer; el periodista argentino Ricardo Alfredo Gentillie, de 58 años; y el noruego Jon Humeno Uik, entre otros.
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