En medio del dolor de familiares, amigos, docentes, amigos de academia y del deporte fue sepultado en esta ciudad el menor Mario Andrés Troya Bracamontes, quien pereció por inmersión la tarde del domingo 15 de septiembre mientras se bañaba en una represa en la vereda de Maturín, distante tres kilómetros de la cabecera.
El joven estudiante residía con sus padres en el barrio Miraflores y cursaba 10º grado en la Escuela Normal Superior Lácides Iriarte, donde gozaba del aprecio de maestros y compañeros, dado su carisma, responsabilidad, sentido de pertenencia y entrega a las actividades escolares.
Mario Andrés Troya Bracamontes era el mayor de tres hermanos, del hogar formado por Imer Troya y Yenis Bracamonte. Se destacó además por ser amante del deporte en especial el futbol, razón por la cual sus padres lo habían inscrito en la escuela de fútbol de Sahagún “Efusa”, donde recibía formación deportiva y también brillaba por su comportamiento.
Algunos de los amiguitos que compartían en la represa, y que presenciaron el hecho que le costó la vida al joven normalista indicaron que éste no sabía nadar muy bien, por lo que le pidieron que no se lanzara, pero este no atendió el llamado y se lanzó en un sector donde la profundidad alcanza unos 4 metros.
Indican que fue la última vez que lo vieron con vida, ya que angustiados e impotentes contemplaban como se hundía en medio de gritos desesperados de auxilio sin poder socorrerlo.
Un vecino del sector y administrador de la finca donde sucedieron los hechos, al percatarse de lo que estaba pasando, se sumergió al agua, lo sacó y rápidamente lo trasladaron al hospital de Sahagún, pero ya era demasiado tarde, el menor llegó sin signos vitales, estaba muerto.
Las directivas de la Institución educativa donde estudiaba Mario Andrés, lamentaron el incidente que le costó la vida y declararon tres días de duelo en la comunidad educativa.
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